Cuando uno es rico y famoso puede hacer prácticamente lo que quiera, ¿qué no, Thomas Bangalter y Guy-Manuel de Homem-Christo? Ellos lo son y en este 2013 han hecho un trabajo magnífico llamado Random Access Memories, el cual va más allá de un álbum hecho por Daft Punk al reunir a varios de sus ídolos y amigos. Es verdad que está repleto de colaboraciones y podríamos decir que es un álbum hecho en conjunto, sí, pero en realidad a esta obra se le podría considerar como un documento histórico que hace homenaje a personajes y músicos que fueron trascendentales durante las décadas de los setenta y ochenta. Es cierto, hay un hype creado por nosotros mismos, por los medios y por quienes consideramos que Daft Punk es una de las bandas más trascendentes de las últimas dos décadas, pero si uno va más allá de ese hype y de esa esperanza de escuchar un disco que cambie el rumbo de la música, podrá descubrir que Daft Punk no quiso hacer una obra que dictara ese supuesto camino, sino todo lo contrario: lo que Daft Punk entrega este 2013 con Random Access Memories es un álbum que nos recordará quiénes son esos responsables que en verdad hicieron que la música tomara cierto rumbo en alguna época, los cuales siguen siendo una influencia absoluta en la música actual. Pero para entender mejor esto, desmenucémoslo como se debe para comprender lo que implica un trabajo como el que este dúo francés ha presentado en mayo de 2013. Desde 2008, tres años después del lanzamiento de su tercer álbum de estudio Human After All, Daft Punk había anunciado que tenía la idea de hacer un nuevo disco, y lo intentaron, pero los demos que resultaron de esta primera intención de grabar algo nuevo no fue lo que ellos esperaban, de modo que todo se pospuso. Luego llegó en 2010 la propuesta de Disney para que compusieran el soundtrack para la película Tron, en donde incluso son parte de una escena. Esta banda sonora tuvo su respectivo éxito en el mundo del cine, pero los franceses seguían con esa espinita de querer hacer un álbum propio sin que nadie se los pidiera.
Los rumores aparecían año tras año, hasta que en mayo del 2012, se reveló que Giorgio Moroder colaboraría en el nuevo disco que Daft Punk ya se encontraba grabando. Meses después se anunció que Nile Rodgers también sería parte de este nuevo material discográfico. Cuando uno escucha que Daft Punk, Giorgio Moroder y Nile Rodgers estarán juntos en un solo álbum, por supuesto que crece la expectativa de saber qué demonios puede salir de la unión de estos monstruos (musicalmente hablando). Todo se inflaba, los medios nos encargábamos de anunciar y anunciar que ya se venía Daft Punk con su nuevo disco; “que se colaron 15 segundos del sencillo”, “que ya dieron fecha para lanzarlo”, “que ya se cambiaron de Virgin a Columbia”, toda una telenovela alrededor de un disco como pocas veces se recuerde. Por fin en abril salió una versión editada para radio de “Get Lucky”, en donde Nile Rodgers, guitarrista de Chic, y Pharrell Williams colaboraban, al mismo tiempo que una serie de videos llamada “The Collaborators” mostraba poco a poco los distintos personajes que aparecen en Random Access Memories. Una campaña publicitaria con pocos precedentes para un disco, daba pie a que por fin el 17 de mayo el mundo podría tener en sus manos el cuarto álbum de estudio de Daft Punk.
A primera escucha, todo es confusión; todo mundo espera encontrarse frente al “Mesías musical” que nos conduzca por un camino distinto al de la música convencional. Después de tanta espera y emoción, es tanto el impacto que ni tiempo nos damos en verdad para analizarlo con cuidado. Tras el streaming que se hizo en iTunes, encontramos opiniones divididas, pero si se escucha con detenimiento, Random Access Memories es un disco que cuida cada uno de los detalles en cuanto a producción se refiere. En las entrevistas incluidas en “The Collaborators”, el común denominador de las opiniones de los personajes que ahí aparecen, es que Thomas Bangalter y Guy-Manuel de Homem-Christo son unos perfeccionistas y que pueden estar semanas en el estudio hasta que las cosas queden justo como ellos quieren.
El disco comienza con “Give Life Back to Music” en colaboración de Nile Rodgers y su inconfundible estilo funky de guitarra junto a Paul Jackson Jr., un excelente bajista que en los setenta tocó con Michael Jackson, The Temptations y Whitney Houston. Es una canción abridora con un nombre ideal para empezar el álbum, ya que justamente “Give Life Back to Music” es el mensaje que Daft Punk envía con este álbum: “recordemos al pasado para entender en dónde estamos ahora, y qué mejor que dándoles vida de nuevo”. Luego viene “The Game of Love”, misma que nos recuerda a ese soul funky compuesto en los setenta con artistas como Minnie Riperton o Stevie Wonder, donde en lugar de que la voz sea tomada por esa majestuosidad afroamericana, son los “robots humanos” quienes hacen hablar a sus sintetizadores.
El tercer track es una joya de nueve minutos llamada “Giorgio by Moroder”, un auténtico homenaje a Giorgio Moroder, a quien se le acredita ser uno de los principales creadores de la música disco y que en los setenta sentara las bases de la misma, tanto de manera solista, como en la producción de los álbumes de Donna Summer. Es una canción muy conmovedora en la que podemos escuchar a Moroder en una especie de spoken word, narrando su historia de vida y cómo éste de alguna forma u otra pasó a la historia, además ésta cuenta con música que nos remite a las mejores canciones de Moroder en su álbum From Here to Eternity de 1977. La cuarta canción es “Within”, una linda melodía que se basa en el piano de Chilly González, otro de los colaboradores, quien mencionó en la entrevista de “The Collaborators” que estuvo un día entero en el estudio grabando con el dúo francés y que él no sabía exactamente qué fragmentos de la grabación tomarían; el resultado es un tema muy tranquilo y amoroso. Es aquí cuando entra Julian Casablancas y su voz transformada por síntes en “Instant Crush” para lograr una colaboración discreta.
Después viene “Lose Yourself to Dance”, en donde de nuevo Nile Rodgers hace de las suyas con la guitarra funky, mientras que Pharrell Williams canta/rappea con una aguda voz muy al estilo de los Bee Gees e invita a que nos perdamos en nuestro propio baile. La séptima canción de Random Access Memories es “Touch”, donde la dulce voz de Paul Williams, un excelente guitarrista folk de los sesenta, setenta y ochenta, entra para mostrarnos una de las canciones más disco de todo el álbum, misma que deja escuchar pianos, vientos y esos clásicos violines que suenan muy bien cuando se les acompaña con esferas plateadas colgadas al centro de la pista. Tras “Get Lucky” (de nuevo con Pharrell y con Nile Rodgers) y “Beyond” (con Paul Williams), viene “Motherboard”, canción que recuerda a esa dulzura musical con la que los franceses cuentan, y que hemos escuchado en canciones de Air. “Fragments of Time” es la que le sigue en colaboración con Todd Edwards, productor de discos anteriores de Dat Punk (Discovery y Alive 2007), una bella canción que sigue con la misma línea disco y en donde aparecen solos de guitarra como los que escucháramos en “Digital Love” en 2001. Después le sigue “Doing It Right” con Noah Lennox, mejor conocido como Panda Bear, canción en la que canta y que es la que menos suena a Random Access Memories, ya que se escucha un ritmo más inclinado hacia el 2-step de SBTRKT; la voz de Lennox hace que esta canción sea la más infantil (por así llamarle) de todo el álbum. Para cerrar, está “Contact” en colaboración con DJ Falcon, un pinchadiscos reconocido en la escena electrónica francesa, quien ayuda en los sintetizadores y la co-producción de esta última canción.
Cuando uno ve todas las colaboraciones en esta obra, comprende por qué tardó tanto en ser elaborado. Las grabaciones se hacían en París, Nueva York y Los Ángeles. A eso súmenle el proceso perfeccionista de producción por parte de Thomas Bangalter y Guy-Manuel de Homem-Christo y la campaña publicitaria que se pensó y realizó antes y durante la salida de Random Access Memories.
En una computadora, una memoria RAM se utiliza para el sistema operativo, los programas y la mayoría del software que sostiene al equipo. El hecho de que este álbum se llame Random Access Memories implica que éste sirva de manera parecida. Un disco que incluya temas que homenajean al pasado con cara al futuro, es decir, música que sirva de sostén para lo que ahora venga. Daft Punk nos muestra un trabajo muy elegante que dista de ser la electrónica atascada o fiestera que en discos pasados nos mostraron. También nos hacen bailar pero ahora de una manera mucho más funky y disco, justo como en los setenta ocurría, y justo como ellos quisieran que ocurriera.