El reloj no para, los días vienen y van, el deporte no para. Es una disciplina veinticuatro siete. Un mes de triunfos y derrotas. Para atletas y aficionados. La humanidad parece volverse loca por todos los conflictos que ocurren.
Fuimos testigos de la fragilidad de la seguridad norteamericana en el terrible suceso de la Maratón de Boston el lunes 15 de abril. Muertos y heridos fueron la resaca que dejo un evento deportivo. El terrorismo no sabe de fronteras. La siguientes competencias albergarán incertidumbre en atletas y aficionados.
Cualquier ámbito informativo ofrece claroscuros. De un acto cobarde en la meta, a un acto heroico en la duela, a mi parecer. Jason Collins, el pivote de los Wizards de Washington de la NBA, admitió abiertamente su homosexualidad. Collins pasó a la historia por ser el primer jugador en activo de un deporte en conjunto en los Estados Unidos en hacerlo. Algo que no debería hacerse público y que debería ser visto como normal por la sociedad, desafortunadamente no lo es. ¿Qué implica una decisión como esta? En un país tan conservador, en un ámbito, como lo es el deportivo, donde la virilidad es la vara con que se mide la calidad. Que complicado. Ojalá sirva como ejemplo y catapulté a la normalidad, algo que por naturaleza es normal. Para todo esto ¿Qué es normal?
La Fórmula Uno arroja una debacle mexicana. Ni Sergio Pérez con McLaren, ni Esteban Gutiérrez con Sauber han logrado domar su motor. “Checo” Pérez ha registrado el pero inicio de la escudería Mc Laren en 20 años, cuando apenas llevaba dos puntos en tres carreras en el mes de abril. No fue hasta el Gran Premio de Bahrain cuando “Checo” consiguió puntos en la sexta posición. Confiemos que luego del descanso los mexicanos alcancen un mejor nivel en España.
La Liga MX, de tan alto nivel y abrupta competición, nos regaló el hipotético descenso del Querétaro. Con alto nivel, me quiero referir a la inclusión en la liguilla del actual descendido. Una cosa única e inefable. En seis años los “Gallos” han pisado el inframundo en dos ocasiones. Esta última al mando de Ignacio Ambríz y la pasada con Salvador Reyes Jr. Es una pena que equipos como San Luis sigan en las ligas mayores del balompié nacional. La utópica permanencia del cuadro queretano pende de una derrota sobre el Puebla de Manuel Lapuente, por más de diez goles, como ya dije utópico.
El mes de abril ofrendó un cambio generacional en los televisores del futbol mundial. Un avalancha bávara cubrió las orejas de la corona. La moda ibérica parece desvanecerse. Tal ves no se puede sepultar una época así como así. Pero hace seis meses la FIFA alineó a once jugadores que militan en la Liga BBVA de España como el equipo ideal. El mes de abril borró a esos once guerreros de la cita en Wembley el próximo 25 de mayo. Un Barcelona parchado por lesiones, agotado y sin idea quedó en el camino y a merced de un titán como el Bayern Munich de Jupp Heynckes. Que por cierto, se iría de ahí sin razón alguna. ¿Qué puede ofrecer Joseph Guardiola si Jupp gana todo?
El Real Madrid de José Mourinho quedó a deber una vez más a su afición. Valió poco la obra de arte de Luca Modric ante el Manchester United. El Borussia Dortmund se hizo presente con el delantero de moda, Robert Lewandowski. Un gol fue lo que falto en el Santiago Bernabeú para conseguir hacer historia. Se hizo un video merengue para animar a la afición, que se llamó “Nuestra fuerza eres tú”, donde los emblemas del club pedían apoyo a los aficionados. No fue suficiente.
El mes de mayo ya arrancó y vienen más competiciones, más triunfos y derrotas. Las noticias buenas serán bienvenidas. ¿Quién me ha robado el mes de abril? Lo guardaba en el cajón.