[Publimetro] ¿Quién necesita el disco nuevo de U2?

La mañana del 11 de septiembre, un correo de iTunes me notifica que U2 tiene un álbum nuevo, y que es un regalo… para mí. Tan emocionante como si Bono y secuaces estuvieran sentados en la sala de mi casa empuñando una rosa, sin siquiera haber preguntado si podían pasar. Durante la conferencia de Apple, Tim Cook –CEO de la compañía– anunció esta ambiciosa campaña que escribiría un capítulo en la Historia del Rock: Nunca antes un disco había estado disponible para 500 millones de usuarios de iTunes, lo cual lo convertía en “el más grande lanzamiento de un álbum, de todos los tiempos”. De haberse descargado el álbum en mi laptop –cosa que por oscuras razones no sucedió– le habría pegado una escuchada por puros gajes del oficio (propios a chambear en la radio). Pero en general, la reacción antipática ha sido la de haber sido spammeado.

El ego de Bono no tiene límites. Cuando en 2007 Radiohead lanzó In Rainbows bajo un esquema de paga-lo-que-quieras, definitivamente se rompió un paradigma en la industria musical. Era Thom Yorke y compañía quienes comprendían los tiempos (plagados de piratería digital) y dejaban abierta la opción a que el usuario pusiera un valor a la obra, antes de voluntariamente descargarla. Pero la estrategia de mercadotecnia de U2 se siente intrusiva: no es una rosa regalada en la calle –como un acto espontáneo de gratitud– sino un flyer de un político impersonalmente entregado: Más allá del título Songs of Innocence, el treceavo álbum de la banda irlandesa tendría que haberse llamado Unsolicited Songs: los comentarios sobre cómo desinstalarlo imperan sobre algún comentario sobre la música en sí.

Contrario a esto, el músico de electrónica experimental Aphex Twin anunció hace un mes su regreso discográfico –tras 13 años de silencio– a través del álbum SYRO. A una semana del release oficial, el público busca leaks (o grabaciones filtradas) de una manera ansiosa: sea en YouTube, SoundCloud o en la Deep Web, aparecen rolas encubiertas que se anticipan a la obra oficial: sean maquetas inconclusas del mismo Aphex –que fungen como señuelos– o piezas de fan-art que imaginan cómo será el disco: un hide & seek de open source en que el público se disfraza o desenmascara al propio Richard D. James (alias detrás de Aphex Twin).

Conclusión: lo de Radiohead es un acto de convicción artística: sin miedo a regalar su obra; lo de Aphex, un strip-tease repartido en diferentes niveles de la web… lo de U2, proselitismo digital (como quien compra followers). Y aún así, no habría que cegarse por el trolleo, y darle una oportunidad a este nuevo material de una banda legendaria, más allá de una controvertida campaña: ¿Qué importa más: la forma o el fondo?

Texto escrito para Publimetro del 5 de septiembre del 2014. 

Agradecimientos a Lothar Torres por el apoyo durante la redacción :)

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