Por Alfonso Basilio (@ponchopuntual)
Ha pasado más de un mes desde que secuestraron y desaparecieron 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa. Decenas de detenidos, incluidos los presuntos autores intelectuales del ataque el 26 de septiembre de 2014: José Luis Abarca y su esposa María de los Ángeles Pineda.
El reclamo de varios sectores de la sociedad mexicana ha sido cada vez más fuerte y numeroso. Las manifestaciones han sido multitudinarias no sólo en el Distrito Federal sino en distintas ciudades del país. Mantas han aparecido en estadios de futbol, inauguraciones de festivales de cine y prácticamente cualquier evento público.
El último llamado fue al paro de actividades. Si bien a nivel nacional y en todos los sectores económicos no se logró, es importante resaltar la reacción que ha provocado en distintas universidades del país. A lo largo de la república distintas universidades públicas y algunas privadas se sumaron al paro de actividades como forma de manifestación por la desaparición de los 43 estudiantes, esto es algo que no se veía desde hace mucho tiempo en México.
Creo que la indignación por este caso ocurrido en Iguala se ha construido más allá del hecho crudo y terrible. Este suceso ha mostrado el grado de corrupción que mantiene la política nacional en todos los niveles. Se han conocido casos de políticos relacionados con el crimen organizado, todos los partidos políticos han estado involucrados en alguno de ellos y no se han perseguido o investigado. La reacción del gobierno federal a este caso muestra que la disposición para resolverlo se queda en el mero discurso o que no tienen la capacidad para hacerlo.
El llamado a través de las redes sociales ha hecho eco y en este caso particular parece que sí hay una conexión entre lo que ocurre en Internet y las calles del país. El reto es grande para el gobierno pues deben entregar resultados y pronto, pero el reto más grande es el de la sociedad para mantener la exigencia de soluciones por los otros miles de desaparecidos en México.
Texto escrito para Publimetro del 7 de noviembre de 2014.