Cristiano Ronaldo, Neymar, Rooney, Balotelli, Chicharito y un largo etcétera de actuaciones fallidas: a dos días de que concluya el capítulo de Brasil 2014, aún no tenemos la certeza sobre quién será el jugador que consiga la inmortalidad como figura del Mundial. Quizá el colombiano James Rodríguez inscriba su nombre en los libros de récords como campéon de goleo; pero esto, depende que Muller no empuje uno o dos balones a la red. O de que Messi anote un hat trick en la Final (cual fantasía infantil), situación que no sólo llevaría a “La Pulga” al liderato de goleo, sino que muy probablemente significaría un triunfo albiceleste, y por ende, el endiosamiento de un nuevo “D10S” argentino.

Paralelo a lo futbolístico, en lo musical tampoco resulta sencillo atribuir la victoria a una canción o artista en específico: A menos de un mes de la Inauguración, la presentación de Jennifer López, Pitbull y Claudia Leitte, es auténticamente un acto para el olvido. Y se avecina el show de Shakira para la Clausura… ¿Entenderán tanto Ricky Martín como la diva de Barranquilla que sus éxitos pasados – “La Copa de la Vida” y “Waka Waka”– fueron One Hit Wonders irrepetibles?

¿Cuál es la canción que nos pondrá la piel chinita, cada vez que la volvamos a escuchar? ¿Qué sonidos evocarán las glorias –y decepciones– de esta Copa del Mundo? A punto de cerrar el telón, es momento de recapitular: Las toneladas de bossa, samba y música brasileira, definitivamente nos sumergieron en un estado anímico de bonanza y exuberancia tropical. ¿Y qué decir del jingle en las cortinillas de la FIFA, con esa voz femenina que elevaba un “Oéa”, como canto al unísono de todas las naciones, como una sublimación de la belleza en la fiesta máxima del futbol?

Y mientras el “Cielito Lindo” se convirtió en un cliché ultrajado por las marcas, y el “¡¡¡Eeeeeh... Puto!!!” pasó de ser un secreto a voces, a un slogan identitario: una herencia más del futbol mexicano hacia el mundo, junto con “La Ola” y la “Cuauhtemiña”.

Pero si hay que escoger LA canción del Mundial, yo me quedo con “Pinches Holandeses” de Dizzy Miss: No deja de ser impresionante que, tras la caída de nuestros 11, haya sido una valiente quinceañera (armada con un ukulele, mucha picardía e inspirada bajo un genuino “canta y no llores”) quien lograra unir nuevamente a una nación y devolvernos la sonrisa que Robben nos robó: Por cierto: #NoEraPenal