“La muerte está tan segura de su victoria, que nos da una vida de ventaja”.

El mundo de la música vuelve a estar de luto, el color de la ropa utilizada ha sido constante durante el año, se han tenido pequeños respiros para usar otros, pero el negro es el que ha imperado; una playera oscura tras otra. Desde finales del año pasado, han fallecido una cantidad excesiva de íconos musicales.

A las 11:30 horas, Alberto Aguilera Valadez, mejor conocido bajo el nombre artístico de Juan Gabriel, perdió la vida de un ataque cardiaco a los 66 años de edad, en Santa Mónica, California.

El Divo de Juárez, mote por el cual también será recordado, fue uno de los talentos natos de la música popular mexicana como cantautor, músico, compositor, intérprete y productor. Incursionó en prácticamente todos los géneros que pudo: norteña, baladas, huapango, ranchera, pop y mariachi por nombrar algunos de ellos. Hasta el lujo de ser actor se pudo dar en películas como La Loca de los Milagros (1973) y El Noa Noa de 1979.

Su carrera como Juan Gabriel empezó en 1971 después de haber realizado diversos trabajos en la parte norte del país. Fue llevado ante el director de la RCA donde su talento brilló por sí solo, firmando así, su primer contrato discográfico el cual dio frutos instantáneos, con el éxito: “No tengo dinero”.

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La música de Adán Luna (su primer nombre artístico), rompió todas las barreras posibles: de idioma —sus canciones fueron traducidas al inglés, japonés, italiano o portugués—; de interpretación —mariachis, orquestas, grupos norteños—; pero sobre todo, de género. Al inicio de su carrera, su orientación sexual fue cuestionada, pero eso no importó ante una sola palabra: talento. Nada se interpuso para que éste saliera a relucir, siempre fue una estrella destinada a brillar.

JuanGa nunca olvidó sus orígenes y así como dedicó una canción al bar donde trabajó antes de ser famoso (El Noa Noa). También lo fue con las personas que en su momento lo auxiliaron, como Enriqueta Jimenez, quien lo ayudaría a salir de la cárcel por un malentendido con la justicia, y por el cual compondría “Noche a Noche”, para que ella lo interpretara.

Juan Gabriel le cantó al amor, al desamor y también a la muerte, porque entendía que ésta, es parte de la vida, que la partida es inevitable, pero que tarde o temprano, todos nos volveremos a encontrar, para seguir amándonos...