PRIETO: La reapropiación millenial de lo 'naco' y lo 'fresa' de Ali Salah Rasé
Vivimos en la ciudad del ruido, en la selva donde los prejuicios nos rebasan y nos encasillan. Nuestra población pareciera estar dividida —aunque a veces nos cueste aceptarlo— en dos sectores. Por un lado, los "güeros fresas" y por otro, los "prietos nacos"; una tensión provocada por el racismo velado y un fuerte sentimiento clasista, detonado por la amplia brecha económica entre grupos.
A diferencia de países como Estados Unidos o Brasil, en dónde la identidad afroamericana fue un factor de marginación y luego de empoderamiento gracias a la imposición cultural de la raza europea colonizadora, en México sucede lo contrario. Se nos propuso el idílico romance de la “raza cósmica”; romance, por cierto, fallido (como hoy lo son ya varias relaciones de Tinder).
Pero, ¿qué sucede cuando la identidad individual rebasa la etiqueta colectiva? ¿Qué pasa cuando como sujetos nos apoderamos de estas etiquetas, las resignificamos y nos convertimos en “prietos-fresas”? O ¿en “güeros-nacos”? ¿Qué pasa cuando el drama social y el licuado cultural se torna un híbrido?
Es ahí donde se inserta un producto como el de Ali Salah Rasé (a.k.a Fernando Rasé1) y Sofía Cala (coordinadora del arte del álbum), autores del ambicioso mixtape PRIETO. Este disco publicado en 2017 busca ampliar y crear una disrupción en los senderos puristas de la poesía y el Hip-Hop. Por otro lado, intenta romper una tradición noventera que opta por escribir rimas con anglicismos como “homie” “crew” o “ni**a” . De esta forma, Ali Salah Rasé decide masticar el lenguaje coloquial y no ser tan malandro como Cartel de Santa, ni tan soft como Jesse Baez.
Y es que PRIETO podría ser la antítesis millenial de la “Raza Cósmica” de José Vasconcelos, dado que en canciones como “Jonah Hill” podemos escuchar pronunciamientos como: "Demasiado güero pa' los prietos, demasiado prieto pa' los blancos, dicen que yo no me hallo, pero parezco camaleón, es cuestión de callo". Por otro lado, no podemos ignorar los versos chilangos que se derrapan a la velocidad del skrrrt sobre un beat de Kanye West en “Brown Kanye 2” y que riman: “Yo sé que soy moreno y si te soy sincero, yo no vivo en un barril…”.
¿Por qué este álbum resulta relevante a un año de su publicación? Quizá porque habla en primera persona, desde la voz ciudadana, ya que es el periplo de un joven “prieto” de clase media que no se siente cómodo con muchas etiquetas a las que ha sido sometido por los “güeros”. Dada esta circunstancia, se ha tornado en una especie de "misántropo” que ve la vida como un “Reality Show” (título de una de sus canciones). Un reality show que se llama “La Raza Cósmica” y que se padece día con día, de manera cada vez más grave, debido a la baja de ratings de popularidad política y al incremento del descontento social. Y es que hoy, en un tiempo de tensión social y próximas elecciones decisivas, parece ser un disco fundamental en nuestra playlist.
Este mixtape es tanto la historia de aquel “fresa” adicto a la vida de noche y los antros —tal y como se da muestra en “Precopeo en el Infierno”— así como la leyenda de amor entre el “Prieto” y la “Negra” (musa de sus versos), a quien le dice “sin embargo, aunque parezca increíble, lo volvería hacer, una y otra vez…”
PRIETO promete y cautiva gracias a su potencial imaginario y su sensibilidad, aunque quizá queda a deber con su producción y calidad sonora que se siente un tanto amateur y bedroom pop.
Ali Salah Rasé —autor del ya famoso anti-himno “Buenos días CDMX” que circula por YouTube— busca crear en su segundo material una mitología con sus propios símbolos intertextuales. Pretende realizar una obra trashy en la que convergen diversas referencias literarias: el Mahabarata, Etgar Keret, La sodomía en la Nueva España de Luis Felipe Fabre, el mainstream rapero 2Pac, MTV y El Chavo del 8.
Por motivo de las elecciones presidenciales (¿y del mundial de futbol?), el político rapsoda chilango planea —junto con Sofía Cala— publicar su tercer álbum digital en verano de 2018, a través de plataformas como Spotify y Apple Music. Por otro lado, pretende agendar una lista de conciertos en la CDMX, los cuales serán anunciados el próximo 1 de julio con el fin de eclipsar (o al menos abrir un espacio catártico) a todos aquellos que queden con un mal sabor de boca después de la próxima temporada electoral. Pues, como expresa en uno de sus beats:
““[aquí] abunda la miasma tropical en todas las calles / la propaganda electoral de calaveras que se hacen cargo de esta tierra, al sonoro rugir del camión & que retiemble en su centro la perra, al sonoro rugir del baile de salón de belleza africana…”
"Buenos días CDMX"
Así que esta puede ser una buena oportunidad para masticar todo el material previo de Ali Salah Rasé, buscar sus lyrics en GENIUS y saborear una poética disruptiva que planea tocar la puerta de Los Pinos el próximo Julio, con el fin de incomodar o recordarle al próximo soberano del país que esta ciudad cuenta con sus propios juglares.
Habrá que ver qué sucede con el nuevo material y conciertos del anónimo individuo “pesudo árabe-chilango” que sigue saturando el internet y recientemente, Spotify. Pues, como hemos visto, se trata de un hip-hop demasiado “güero” como para ser hip-hop, pero con poesía demasiado “prieta” como para poder entrar en los cánones literarios de un tal Harold Bloom.
Escúchalo en Spotify, iTunes, Band camp, YouTube y en hienavoyeur.org.