Preocupa a psiquiatras transformación de hospitales sin presupuesto y sin capacitación adecuada
Imagen tomada del Facebook de @SSaludCdMx
La transformación de los hospitales psiquiátricos no solo tiene consternadas a las familias que requieren de atención permanente para alguno de sus integrantes, sino al personal de la salud, como el psiquiatra Arturo Berber, quien expresó a Radar 909 que la idea de incorporar la salud mental a los hospitales generales es muy sensata porque es necesario quitar el estigma alrededor de estos padecimientos, pero lo preocupante es el cómo y el con qué.
“El problema es que no hay la capacidad para integrar esto de una forma adecuada, sobre todo porque no hay intención de aumentar presupuesto para esta transformación de los hospitales y de los servicios, no ha habido una capacitación adecuada de los médicos de primer contacto en cuestiones de salud mental”.
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El pasado 16 de mayo se publicó una Reforma a la Ley General de Salud en materia de salud mental y adicciones donde se refiere que para garantizar el acceso y continuidad a la atención de la salud mental y adicciones se deberá disponer de establecimientos ambulatorios de atención primaria y servicios de psiquiatría en hospitales generales, regionales de alta especialidad e institutos nacionales de salud.
“Asimismo, para eliminar el modelo psiquiátrico asilar, no se deberán construir más hospitales monoespecializados en psiquiatría; y los actuales hospitales psiquiátricos deberán, progresivamente, convertirse en centros ambulatorios o en hospitales generales dentro de la red integrada de servicios de salud”, se lee en el documento.
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Tanto el presidente Andrés Manuel López Obrador como el Secretario de Salud, Juan Alcocer, han negado que estos hospitales vayan a desaparecer, sino que se va a cambiar “lo que está mal”. En este periodo de cambio, agregó el especialista, las familias también podrían verse afectadas.
“Al no haber las instancias adecuadas tanto en medicamento como en consulta e instalaciones sí podría hacer que esos padecimientos se compliquen y que el sufrimiento tanto de las personas con la enfermedad como de la familia vaya a ser cada vez peor, y si ahorita hay estas grandes limitaciones para integrarlos a una funcionalidad adecuada, va a ser más difícil”.
