Pokémon Go a un año de su lanzamiento en México; honores al videojuego que cambió nuestra relación con el espacio

Por Sofía Martínez Hace un año llegó oficialmente a México Pokémon Go con más de 650 millones de descargas.

Sin duda fue un “throwback” para nuestra generación, pero uno muy adorable y dinámico que nos hizo salir de la monotonía para explorar parques y zonas que no solíamos transitar.

Recuerdo que hace un año,  al principio de todo esto, atrapar un Ratata o Zubat era todo un logro y el mundo compartía las fotos de sus Pokémon favoritos a través de redes sociales con mucho orgullo.

Los Pokémon pueden ser muy variados dependiendo del área en el que juegues, si existe un lago o río cerca es probable que salgan muchos Pokémon tipo agua, si vives cerca de un parque puede que salgan Pokémon tipo veneno o volador (los más comunes y los que estamos hartos de atrapar), si viajas a otro país encontrarás Pokémon que probablemente no son tan comunes en tu zona y puedes llevarte la sorpresa de encontrar un regional, el cual sólo puedes conseguir estando ahí; México y Latinoamérica tienen a su propio regional llamado Heracross.

Cuando lanzaron la aplicación al público, esta era una versión beta y a pesar de las numerosas actualizaciones que ha tenido, hasta el día de hoy sigue fallando y mucho; constantemente se traba la aplicación y se cierra en los momentos más culminantes, ocurren “teletransportaciones” por fallas del GPS a otros lugares que no tienen nada que ver (realmente frustrante cuando quieres pelear en un gimnasio), glitches en los gimnasios de los cuales no remuneran realmente el tiempo que estuviste en el y/o ni siquiera puedes pelear. Realmente creo que después de un año de lanzamiento estos problemas deberían de ser mínimos para tener una óptima experiencia del juego, pero a pesar de describir algunas de las dificultades, la evolución del juego va mejorando poco a poco y trayendo consigo nuevos retos que te enganchan hasta cometer la meta que cada uno de nosotros nos proponemos, ya que sé de pocas aplicaciones que te mantienen jugando por todo un año y que a la par hacen que la experiencia vaya mucho más allá de sólo estar en tu smartphone.

La comunidad en internet que existe sobre este juego es enorme, uno de los sitios con mayor información es el subreddit “The Silph Road”, que se actualiza constantemente con experiencias de mucha ayuda y con miles de datos reales de usuarios activos. Por desgracia no contamos con una fuente mexicana que tenga una red tan grande de usuarios como la mencionada anteriormente. Lo único que hay es un grupo en Facebook llamado “Pokémon Go México” en el cual se brinda cierta información de las actualizaciones del juego, todo combinado con una gran cantidad de memes e intercambio de teorías; es por eso que la gente decide buscar otras alternativas como grupos de Whatsapp para resolver situaciones o dilemas concretos.

Existe un fuerte rumor de que en la Segunda Sección del Bosque de Chapultepec salen Pokémon increíbles. Así que un día, mi novio y yo decidimos ir para comprobar lo que se dice sobre el área: jamás había presenciado una cantidad tan grande de gente unida por este juego, corrían de un lugar a otro, todos siguiendo un camino que nos guiaría a conseguir un Pokémon majestuoso, a veces me sentía ridícula, pero otras sólo me contagiaba la euforia de los demás. De pronto, a lo lejos una masa de personas habían corrido con suerte. Se trataba nada menos que de un Gyarados (Pokémon que evoluciona con 400 dulces Magikarp), gritos de dolor para los que no lograron capturarlo combinados con los de alegría para los victoriosos. Efectivamente Pokémon Go está lleno de emociones y te hace convivir con gente impredecible con quien tienes una sola cosa en común, Pokémon.

Era natural que con el paso de los meses hubiera muchos desertores del juego, probablemente porque eran parte del “tren del mame”, les consumía muchos datos o ya no tenían suficiente espacio libre en su celular. Debo aceptar que es bastante frustrante que siempre aparezcan Pokémon comunes como Pidgey, Zubat o Weedle cuando realmente lo único que quieres conseguir son los que te hacen falta y los más difíciles de encontrar…

 

 

… pero a pesar de estos inconvenientes, se quedaron los fieles al juego, aquellos a quienes, con un tono engreído, constantemente nos preguntan: “¿Aún sigues jugando Pokémon?”. Sí, seguimos jugando Pokémon y nos sigue emocionando que haya salido una segunda generación de éstos, los de nivel 28 para arriba y ahora con un reto que nos da alegría más que nunca: ¡los Pokémon Legendarios!

Creí que iba a ser pan comido capturarlos pero me di cuenta que se necesitan mínimo 8 personas para derrotarlos; aparte de esto te lleva a un desafío bonus, en el cual (dependiendo del equipo al cual pertenezcas) te dan cierta cantidad de Pokébolas Premier más Bayas Frambu doradas, las cuales tienes que usar en conjunto con una técnica de lanzamiento en curva para subir tus probabilidades de captura (4%), y éste pueda ser parte de tu colección.

Tras dos días seguidos de hacer la lucha por conseguirlos, decidí buscar un grupo de Whatsapp en donde me informara de incursiones que estuvieran cerca de donde vivo y tuvieran a cualquiera de estos dos Pokémon Legendarios. Una amiga comentó mi publicación en Facebook: “Me acaban de meter a uno, si quieres te meto”, sin pensarlo dos veces le contesté con un eufórico: “!SÍ!”.

Entre al grupo y finalmente, después de unos 83 mensajes llegamos a la conclusión de que nos juntaríamos en una misión que se estaba llevando a cabo. A pesar de que llovía, poco a poco iban llegando todas estas personas desconocidas de mi grupo en Whatsapp, además de las que simplemente lo vieron en el “radar”. Ya éramos por lo menos 20 y decidimos entrar para derrotar de una vez por todas a Articuno.

El primer paso lo logramos sin ningún problema, pero después vino la parte difícil y cada quién tuvo que lucirse con sus habilidades. Tras unos 6 intentos mi ritmo cardíaco cambiaba poco a poco, no quería fracasar por quinta vez. Con muy pocas Pokébolas Premier y mucha suerte ¡por fin pude atraparlo! No podía creerlo, estaba muy feliz y al menos una mitad de mí pudo descansar. Al día siguiente nos volvimos a poner de acuerdo en una locación diferente e inimaginablemente pude atrapar al segundo Pokémon legendario que me hacía falta, Lugia. Esa noche por fin pude dormir en paz, sin tener pesadillas de incontables fallos.

El culto que ha generado este juego ha trascendido la moda del “boom” inicial, muchos olvidaron lo que se siente salir a cazar Pokémon y sobretodo, no tuvieron la paciencia de esperar los cambios e innovaciones que ha tenido a través de un año. Como siempre, hubo un sector gigantesco que se clavó con ganas de más y no se conforman con tener un Pokémon raro y poderoso; ellos quieren veinte,  hablamos de un “fandom” que se sintió identificado de mil maneras que está apasionado, no solo con el juego sino con la experiencia completa: conocer personas y lugares; dicho fandom no va a parar hasta que el juego se acabe (si es que algún día sucede eso ).

 

¿Qué nuevas aventuras nos traerán los desarrolladores de esta aplicación próximamente (aparte del lanzamiento de más legendarios)? Tendremos que estar muy al pendiente.

 

 

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