Hoy, 11 de agosto del 2015, Gustavo Adrián Cerati Clark, estaría cumpliendo 56 años de vida. Hablar de los éxitos a lo largo de su carrera resultaría una aventura inimaginable; por este motivo, realizar una reflexión sobre una de sus obras recientes más conmovedoras resulta más satisfactorio.
https://www.youtube.com/watch?v=GUf81ofAZV0
¿Será posible que Cerati nos haya dejado la fórmula para lograr el adiós idóneo, el adiós definitivo, o al menos el adiós sin dolor?
Suspiraban lo mismo los dos y hoy son parte de una lluvia lejos no te confundas, no sirve el rencor, son espasmos después del adiós
Dentro de la temática inicial de esta pieza, es claro que se refiere al rompimiento sentimental de una pareja. Sin embargo, el porte poético de Buenos Aires siempre estuvo presente en cada intención comunicativa de Gustavo.
Pones canciones tristes, para sentirte mejor. Tu esencia es más visible. Del mismo dolor vendrá un nuevo amanecer.
A menudo creemos que nuestros ídolos pertenecen a una dimensión ajena a la nuestra, que nos encontramos muy lejos de ellos y, tal vez, así sea. Sin embargo en casos como estos, percibimos el lado humano de la persona que admiramos y nos muestra que también conoce la tristeza, que también escucha canciones para mejorar el ánimo. Cerati encarnaba el verso "Del mismo dolor vendrá un nuevo amanecer", una bella forma de transmitir el ideal de la reinvención.
Tal vez colmaban la necesidad, pero hay vacíos que no pueden llenar, no conocían la profundidad, hasta que un día no dio para más. Quedabas esperando ecos que no volverán, flotando entre rechazos del mismo dolor vendrá un nuevo amanecer.
Es difícil cuando te has decidido por una persona, pero por más intentos que realices, llega un momento en que las deficiencias de esa relación te sobrepasan y las relativas muestras de afecto se vuelven obsoletas para una vida en pareja. Los recuerdos se transforman en el autoflagelo de algunos... Pobres de aquellos que deciden navegar en el limbo de las añoranzas, esperando que la vida se re acomode por sí sola.
Separarse de la especie por algo superior no es soberbia es amor, no es soberbia es amor.
Cuando se cierra un ciclo, se deben reconocer los errores, aprender a perdonar y afrontar el futuro. Esto no se aplica específicamente a una ruptura sentimental; puede envolver una fractura familiar, algún fallo laboral, un fracaso personal o lo que resulta más doloroso aún, la muerte de alguien cercano.
Desde hace mucho tiempo, la especie humana ha ambicionado la inmortalidad física, es decir, que un ser vivo nunca muera y se mantenga jovial a pesar de los años. Afortunada o desafortunadamente, nunca se ha logrado el cometido: en esta vida, para poseer la jerarquía de inmortal, primero hay que morir. Tal vez por este motivo el maestro Cerati decidió separarse de la especie y decirnos adiós, para dejarnos en forma física, pero pertenecernos de una manera eterna e invaluable.
Poder decir adiós es crecer.