Por Luisa Vidales
Imposible sacarse el ritmo de la canción después de haberla escuchado tan solo una vez.
“La vida es bella, ai ai aiiiii” cantan Sandu Ciorba y su grupo de chambelanes con bíceps del tamaño de un muslo mientras unas mujeres en vestidos cortos, muy cortos, cortísimos bailan al son de la música entre gitana, norteña, italiana y rumana.
No es muy recomendable escucharla en el coche, ya que dan unas ganas inmensas de empezar a moverse. No obstante, con el tráfico de estos días sería un respiro empezar un baile comunal en los carriles del Periférico.
¡Aloha, Sandu Ciorba!
http://youtu.be/2iUGfURqyhs