Todo fuego se consume y muere: 'Play With Fire' de L.A. Witch
“En realidad, nunca he sido alguien que habla, ya sabes, de política o temas sociales. Pero esas son las cosas que están sucediendo. Creo que mucho de lo que está pasando en el mundo ha sido una gran inspiración para este disco”.
— Sade Sanchez, L.A. Witch
Play With Fire del power girl trio L.A. Witch, lanzado bajo el sello Suicide Squeeze Records, es el #Extracto909 de la semana por Ibero 90.9.
Las originarias de Los Ángeles generan un rock garagero con toda la influencia de la escena punk de California, con una mezcla de momentos psicodélicos, lo-fi blues y reverbs característicos del surf de la costa oeste. Lo interesante es que esta mezcla de estilos conjura un sonido muy grunge, pero que suena fresco en 2020. Porque hay una narrativa de contracultura que siempre estará vigente, y el armado, la estructura de los temas, nos deja encontrar una atractiva inteligencia emocional.
El trío está formado por la guitarrista y vocalista Sade Sanchez, Irita Pai en el bajo y Ellie English en la batería. Después del lanzamiento de su álbum debut homónimo en 2017 y el EP Octubre en 2018, esta tercera pieza sonora demuestra una evolución en el sonido y propuesta, un álbum que destila un aura de garage rock de ensoñación.
El álbum abre con la explosiva “Fire Starter”, potencia pura y riffs de guitarra que parecen solos, pero que no lo son; son más bien figuras bien planeadas y ejecutadas, que hacen referencia a diversas influencias como Black Sabbath o The Brian Jonestown Massacre. El bajón de tempo hacia el cierre de la rola, nos deja sentir el desgaste que permanece después de un rato ardiendo. Eventualmente, todo fuego se consume y muere.
En “Motorcycle Boy”, el efecto en la voz (constante durante el álbum) nos lleva a pensar en los noventa y en el estilo de Hope Sandoval, por el tratamiento sonoro y por la tesitura de voz de Sanchez. Este es un tema sobre el sentimiento de liberación que da la rebeldía.
En “Dark Horse” podemos escuchar un folk rock lleno de nostalgia, pero con un sentimiento de aventura, una canción de una simpleza complicada, derivada del manejo de los tempos y golpes de Ellie en la batería. La figura en el solo de guitarra de Sanchez es provocadora y oscura, para después convertirse en un sonido de esperanza. Un tema destacable de la placa.
El track cuatro, “I Wanna Loose” es muy grunge, con una narrativa ya conocida dentro del rock and roll: abajo los ganadores, arriba los perdedores.
“Gen-Z” trae consigo una actitud demoledora, dura en la lírica también, que nos dice: “cuando observas el espejo, dime qué es lo que ves, un tonto perdedor luchando por su libertad”.
La “Sexorexia” es una evitación o negación de la intimidad sexual debido a problemas de control, a menudo acompañados de baja autoestima. Una canción sobre las relaciones y la apertura y honestidad dentro de ellas.
“Maybe The Weather” es folk punk puro, es nostalgia, es un recorrido en un convertible viejo a través de la provincia. Un tema que recuerda la letra de Scott Weiland de los Stone Temple Pilots en “Plush”: “Siento que muchísimo depende del clima, ¿está lloviendo en tu cuarto?”.
“True Believers” es tal vez la pieza más rápida del álbum, un despliegue energético de dos minutos de duración.
El álbum cierra con “Starred”, tema que ofrece una profunda línea de bajo que son la base perfecta para los feedbacks de la guitarra de Sanchez.
Es una placa con un concepto y una actitud retadora. Según las norteamericanas, durante mucho tiempo dejaron de hacer ciertas cosas por miedo a lo que pensaran o dijeran los demás, pero ahora quieren dejar claro que vale la pena sufrir un poco para llegar a ser libres y expresar su sentir, ideas que se comunican a través de un sonido rasposo, punk, surfero y garajero que es muy bienvenido en estos días.