Cascadas de emociones en esta semana futbolera. El martes por la noche el retiro de Cuauhtémoc Blanco con el título de la Copa MX ante Chivas, marcó un parte aguas en la historia del futbol mexicano.
La verdadera Liga de Campeones, de Europa, la Champions League, desembolsó a los primeros semifinalistas el mismos martes. El sueño de los mexicanos en Europa tenía pies y cabeza. Héctor Herrera como referente del Porto y Diego Reyes con una oportunidad invaluable y mal aprovechada, despertaron del sueño ante un Bayern Múnich avasallador en el Allianz Arena. El Barcelona tan repetitivo con la historia pero encantador a al vez hizo lo propio ante el PSG. El miércoles tenía el cierre de semifinales en la Champions y Javier Hernández regaló alegrías al mundo, a los mexicanos y al futbol. Con un partidazo y un gol de último minuto que clasificó al Real Madrid a la semifinal, el mexicano dejaba el miércoles flotando con una dulzura total en el paladar futbolero.
Llegaba la noche para cerrar con broche de oro. Y sin ser americanista ni mucho menos, únicamente buscando el bien común del futbol mexicano y anteponiendo el orgullo nacionalista, el América pestañeaba en el estadio Azteca ante un Impact de Montreal canadiense, que aunque lo venían vendiendo como magnífico por lo hecho ante Santos y Pachuca, la realidad es que es un equipo con oficio, fuerza y velocidad, pero con opacidad futbolística. Lo de la idea lo retomó el equipo local.
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¡Vaya pifia de contrataciones! La apatía de Darwin Quintero y la cantidad de fallas de Darío Benedetto, insultaban el anochecer de la Ciudad de México. El argentino no está salvado por un poker ante el Herediano de Costa Rica. Tiene que seguir demostrando y justificando cada dólar que costó, qué decir del supuesto “Científico del gol”.
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Oribe Peralta rescató las papas del horno tras meter el gol del empate en los últimos minutos. A pesar de esto, el América esta condicionado para anotar en cancha rival.
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Flaco, ojeoroso y sin ilusiones, dice la canción añeja de Oscar Athie. Así vi a Ricardo Peláez en la conferencia de prensa del América. Llamativo lo consumido que se ve por el trabajo en Coapa. Preocupado y sin respuestas. Pero aparte de ello, que el Director Deportivo de las Águilas del América esté presente en la conferencia, a modo de prefecto de Gustavo Matosas, fue peculiar y da a pensar muchas cosas. Ni con Antonio Mohamed y mucho menos con Miguel Herrera, el directivo se hacía presente en eventos de tanta alcurnia, como lo son las conferencias de prensa distinguidas por el “chacaleo”.
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Habrá que ver como responde el equipo del uruguayo ante las Chivas en el clásico nacional, que también hay que decir, el liderato no dice la realidad de la forma de juego del “Rebaño”.
Juan José Ramírez
@JotaJotaRAM