Dice la leyenda rockera que al llegar el cuarteto de Liverpool a la ciudad de Nueva York en 1964, los think tanks publicitarios más importantes del mundo ya tenían en la mira a Ringo Starr. No era el más atractivo de los chicos de Liverpool, pero era el que más confianza generaba, al que más seguían los niños, el que más botones vendió, al que más halagaban los gays en París, con el que más estrellas del espectáculo estadounidense querían retratarse en la época de la primera visita de los Beatles a los Estados Unidos.

Hoy 7 de julio de 2020, el baterista de los Beatles es el primero del FAB FOUR en convertirse en octagenario. Es una leyenda que ha atravesado por muchas etapas de la cultura popular occidental. Se formó en el rock and roll tradicional, es parte de la primera invasión inglesa, del flower power, del hard rock, del rock sureño, de los primeros súper grupos. Richard Starkey, mejor conocido como Ringo Starr, ha trabajado como bateristas con decenas de figuras del mismo calibre que él. Fue compadre de Keith Moon, baterista de The Who, John Bonham y Led Zeppelin. Se embriagó por siete meses con David Bowie, John Lennon, Elton Jon, Harry Neilson, León Russel y muchos otros que desfilaron espontáneamente en esos días del llamado Lost Weekend, una de las parrandas más legendarias en la historia de la música.

En términos musicales, si juntamos el número de hits de Ringo Starr en el Billboard, sus números en solitario superan a los de John Lennon y George Harrison, y casi igualan a los de Paul McCartney.

¿Quién es Ringo Starr? La respuesta en palabras del mismo Ringo es muy simple “el mismo chico de Liverpool enfermizo en su niñez y parrandero en su juventud”. Grande entre los grandes.

Ringo Starr jamás ha sido reconocido como uno de los diez mejores bateristas del rock. Ha sido caricaturizado y ridiculizado como un tipo que simplemente tuvo la fortuna de estar en el momento correcto y en el lugar adecuado. Él fue el último en ingresar a los Beatles, sustituyendo al atractivo, pero antipático Pete Best.

El caso de Ringo Starr en sí mismo, merece estudiarse en los libros de historia del Siglo XX. Su éxito va más allá de haber sido parte del grupo más grande de todos los tiempos o de ser una figura carismática. Su caso en particular es la historia de un ser humano que ha sobrevivido a sus propios tropiezos y a los que la vida le ha dado. Como dijimos, de niño era extremadamente enfermizo y en varias ocasiones estuvo a punto de morir, pues en su vida adulta tuvo problemas muy serios con su manera de beber. Se casó con Barbara Goldbach, a quien conoció en el rodaje de The Caveman en 1979, y con quien lleva la mitad de su vida.

Seguramente tener ochenta años, seguir haciendo giras junto a muchas estrellas del rock, ser una leyenda viviente y ser el referente de la verdadera amistad dentro de un conjunto de cuatro personas donde, por lo menos tres se debatían entre la fraternidad y la lucha de egos, no debió ser cosa fácil para el cuarto Beatle, así que Peace and love y ¡feliz cumpleaños 80, Ringo!