Cuando era niño vi un programa llamado Otro Rollo, conducido por Adal Ramones. Sí, ese donde cantaban “oh oh digo yo, oh oh digo yo”. Aquel día tenían como invitados a los Hombres G, una banda que no conocía bien, pero que según decían regresaba después de 12 años de no tocar ni publicar material nuevo. En cuanto los presentaron el público se volvió loco y no entendía por qué, no sabía cuál era su importancia. Ahora. después de más de diez años de aquel programa y después de verlos en el Vive Latino, entiendo por qué gritaban con tanta desesperación.
Los Hombres G han visitado en diferentes ocasiones la CDMX -de hecho gracias a México es que regresaron a los escenarios-, pero nunca había tenido la oportunidad de verlos. Qué mejor que su primera vez en el Vive Latino para escuchar sus canciones en vivo.
Honestamente, esperaba que el Foro Sol estuviera a reventar, pero no fue así. Algunos huecos en la plancha del lugar y unas gradas casi llenas fueron el escenario del cuarteto español. Ellos, al más puro estilo del rock & roll clásico, aparecieron sin tanta parafernalia, animaciones ni atuendos espectaculares. Su única defensa ante el monstruo de mil cabezas fueron sus impecables y atemporales melodías. Comenzaron con “Voy a pasármelo bien”, una canción escrita en 1989, que demostró la emoción de Hombres G por pisar el escenario, esa noche la iban a disfrutar y pasársela bien, era lo mínimo que harían. Con sólo está canción llegó la pregunta ¿y las chamarras de cuero? Si con esto no habían roto el hielo “El ataque de las chicas cocodrilo” puso en sintonía a todo el público, con tan sólo dos canciones el Vive Latino ya estaba a sus pies.
Para todos los que han escuchado a esta banda, saben que así como tienen canciones para bailar y gritar, también tienen otras para llorar y cantar con el corazón en la mano, por ello el momento melancólico llegó con “Si no te tengo a ti” y “Lo noto”. Para este momento, el público había aumentado y las canciones retumbaban, aún más en el recinto principal del festival, que si bien dicen es para todos los códigos postales, Hombres G es para todas las generaciones. Niños, jóvenes y adultos cantaban todo lo que la banda tocaba.
“Te quiero”, “Sueltate el pelo”, “Indiana” y “Visita nuestro bar” fue un combo que juntó lo mejor de la carrera de este cuarteto. Veíamos cómo recorrían cada centímetro del escenario y en las pantallas su felicidad no podía ocultarse. Con tan sólo el logo de Hombres G como respaldo, no permitieron que nos distrajeran las luces o las mismas pantallas, su objetivo era ponernos a cantar y por supuesto lo lograron. No fue un concierto austero, fue un espectáculo donde el público era lo más importante y por ello, necesitaban de nuestra atención y voces.
“Marta tiene un marcapasos” fue algo muy especial, el tema fue tan nuestro como de ellos. Es la primera vez que escucho -y canto- una canción completa donde los músicos son espectadores y no los principales. Hay videos que demuestran el poder de este éxito, pero vivirlo es otra cosa. Ellos dan las primeras notas y nosotros cantamos, ellos cantan y luego nos escuchan, al final “Marta tiene un marcapasos” fue nuestra.
Para cerrar, no evitaron esos deseos de viajar y bañarse en la playa, además de recordar esa maldición especial de los polvo pica pica. “Venezia” y “Devuélveme a mi chica” eran canciones que no estaban en el registro del Vive Latino y ahora se demostró que ya hacían falta. Por fin entiendo por qué gritaba el público en Otro Rollo, los Hombres G son una banda histórica con más éxitos de los que pudieron imaginar, con un público fiel que los recuerda y los presume con sus hijos, nietos o sobrinos, son la banda que no olvidaremos. La única pregunta que queda pendiente es: ¿por qué estaba viendo Otro Rollo?