Sin decir “agua va”, Björk lanzó su noveno álbum Vulnicura a través de iTunes el pasado martes 20 de enero. Aún es muy pronto para darle las escuchadas que se merece, rumiarlo y digerirlo, pero mientras eso sucede, convocamos a tres colaboradores de Ibero 90.9 FM para darnos sus primeras impresiones. Agustín Peña, locutor de F*ck Art; Davo Peñaloza, locutor del turno de las 3 PM; y Ricardo Marín, programador musical de Ibero 90.9 FM, hablan de la inspiración sentimental de Björk, de su colaboración con el productor Arca y del papel que toma este disco en la carrera de la islandesa.
Agustín: Vulnicura (siguiendo raíces latinas) vulni = herida; cura = remedio, es la herida y su remedio. (Ver el traje de portada).
Davo: La portada muestra a una Björk vestida de negro (¿de luto/duelo?) abierta del pecho. En vez de corazón, hay ciertas luces coloridas que parecen ser producidas por los dolidos sonidos electrónicos de Vulnicura.
Marín: Los primeros segundos de Vulnicura dan la impresión de un disco aburridísimo. El mismo primer corte ("Stonemilker") se recupera de modo excelso y poderoso. No obstante, este paso sólo lo recupera de manera intermitente.
D: La Björk gritona de "It's Oh So Quiet" se quedó guardada. Las voces son dulces pero melancólicas... de los álbumes más introspectivos que le hemos conocido.
A: Principalmente habla de la ruptura entre su pareja (Matthew Barney), y ella. No sólo está triste, también está enojada, es un disco de catarsis. La canción "Black Lake" es un largo reclamo sobre la traición y el aburrimiento. Habla de contacto físico, del tiempo juntos, incluso de situaciones personales. Tiene un aspecto muy amoroso hacia sus hijos, es evidente en la canción "Family".
La participación de Antony Hegarty en la canción "Atom Dance" reafirma el sentimentalismo con el que está hecho el disco. Está específicada la temporalidad en la que fueron escritas las canciones antes y después de la ruptura, y ese tono se siente en la música.
D: El joven productor venezolano Arca llegó al rescate de una triste islandesa para hacerse presente con su característico sello ambiental matemático.
A: En este disco Björk no recluto a un ejército de colaboradores, prácticamente todo el sonido se debe a ella y Arca. El sonido de Arca es notorio aunque predomina, como siempre, la voz, y en segundo los arreglos de cuedas y el sonido de Arca. La aportación general de Arca al disco es sutil, con manipulación vocal, beats y programación multicapa, similar a su disco Xen.
M: Vulnicura embona con eficiencia el arreglo de cuerdas, electrónica contemplativa y beats a destiempo con mucha soltura, aunque eventualmente el estilo de Björk junto con el trabajo de Arca llega a ser repetitivo.
D: De inicio a fin las cuerdas de los violines son las mejores acompañantes de Björk. En general es muy orquestal.
A: La música de Björk es un proceso, en ello se parece a los músicos seriales, procesales y minimalistas de mediados de los 70 a la fecha. Cada canción es una investigación de sonidos que parte desde cero. En esta ocasión, regresó a las cuerdas, cuyos arreglos son muy parecidos al Homogenic de 1997.
La sobredosis de estos instrumentos acentúan el lado emocional de Björk: está haciendo un drama. Este drama no es violento: es doloroso.
M: Lo que primero atrae de la colaboración Arca-Björk se desgasta con cada escucha. Aunque esta colaboración de sonidos se podía predecir por la carrera de ambos artistas, la novedad se pierde tan rápido como logra emocionar.
Aunque puede dar una impresión monótona durante la primera mitad, Vulnicura redime mucho hacia el final donde canciones como "Notget", "Mouth Mantra" y "Atom Dance" (a dueto con Antony Hegarty) redimen el tedio anterior, aunque nos dejan añorando una época pasada.
D: En Vulnicura, Björk no nos hace bailar, nos hace querer autoabrazarnos con ritmos lentos y envolventes.
M: Vulnicura cierra cualquier posibilidad que teníamos de que Björk hiciera pop nuevamente, pero así como Björk ha evolucionado, los escuchas deben adaptarse a este nuevo estilo mucho más personal y adulto de la cantante islandesa.
A: Cada disco de Björk es un personaje; en éste, es una mujer con el corazón roto.
¿Cuáles son tus primeras impresiones de Vulnicura?