Por David Ovando (@Ovandoous)
Hacen honor a su nombre y deambulan de un lado a otro cual sonidero; tiran melodías escalofriantes, espectros sonoros de un sepulcro. En sus propias palabras son “la santísima trinidad de la sabrosura”.
Los bogotanos de La miniTK del Miedo han sido bautizados como los padres de la cumbia gótica, sus letras abordan ambientes oscuros pero se subvierten en algo alegre, toman la muerte con un enfoque festivo para agitar el cuerpo y quebrar las caderas de a quienes sus alucinantes sonidos seduzcan.
En estos tiempos resulta casi imposible crear una variante de sonido, un nuevo género. Puede que sea más fácil la fusión, los complementos entre notas que resultan en una ramificación o un subgénero. En sus rolas encontrarán una rica mezcla tropical aderezada con sintetizadores, algo como cumbia industrial sabrosa.
Su trabajo consta únicamente de un EP, Muerte y Sabrosura (Independiente, 2012) que contiene siete piezas que priorizan el poco sonido orgánico en instrumentos de viento como trompetas pero no dejan de lado los acordeones.
La miniTK quiebra hasta cierto punto los clichés del folclor colombiano de su cumbia y ballenato y los intercambia por una nueva fórmula para bailar, tal vez una que compete a estos tiempos de fusión.