Había dado inicio la última década del siglo veinte. Inevitablemente, estaba presente una reflexión en torno al fin del siglo que se aproximaba, así como del fin del milenio. En el ambiente atravesaba una especie de desesperanza que miraba con incertidumbre hacia el futuro. La complejidad del siglo XX exigía un balance.

La Unión Soviética había concluido su desmoronamiento y con ello, terminaba la Guerra Fría que marcó prácticamente toda la segunda mitad del siglo. Europa del este volvía a reconfigurar su geografía.

Al mismo tiempo, la presencia estadounidense en el medio oriente, con el inicio de la Guerra en el Golfo Pérsico, marcaba una nueva enemistad de los Estados Unidos hacia otra región del mundo.

La juventud, de los Estados Unidos y de otras partes del mundo, a lo largo de la historia, han generado expresiones significativas que retratan el sentir de su tiempo. En este sentido, hacia finales de la década de los 80, en el norte de los Estados Unidos, concretamente en el estado de Washington surgieron una serie de grupos con una nueva propuesta musical a la que se le llamó “grunge”.

Las bandas de grunge aparecieron en diferentes partes, pero Seattle —en Washington— resultó la cuna al albergar ahí bandas emblemáticas como Soundgarden, Pearl Jam, Alice in Chains y Nirvana.

El género grunge —que hace honor al significado del término que apela a la basura y la suciedad— presentaba a sus exponentes un tanto sucios, con pantalones rotos, camisas abiertas y flojas, de cuadritos, camisetas descuidadas. Todo esto como respuesta a las grandes modas glamorosas de la década de los ochenta, marcadas por peinados elaborados, maquillajes, escenografías sofisticadas, conciertos en estadios con producciones costosas.

Surge como una respuesta que rechazaba a la gran industria del rock, volteando hacia una mezcla de rock alternativo con visos de punk, con una actitud cruda, irreverente y sobre todo contestataria.

Así mismo, la música aparece con sonidos distorsionados, pesados, y letras de canciones con tendencias depresivas, voces angustiadas de desamor, de autodestrucción, de consumo de sustancias tóxicas, de observación de su tiempo, o bien, de temas intrascendentes o sin sentido, en tono de burla, convirtiéndose en una poderosa crítica social.

En este contexto, el 24 de septiembre de 1991 aparece Nevermind, el segundo álbum de estudio de la emblemática banda Nirvana, con un éxito inusitado y ventas millonarias inesperadas.

El álbum, producido por Butch Vig, también miembro de la banda Garbage, se consagró como importante productor, sobre todo por la magia que logró imprimir en Nevermind.

Treinta años después de su aparición, Nevermind está considerado como el álbum más importante del género grunge, y uno de los discos más importantes en la historia del rock.

En Nevermind sobresalían varias cosas:

El nombre. Nevermind significaba un contundente “no importa” de la llamada Generación X, que incluso estaba escrito erróneamente, ya que la expresión original se escribe con dos palabras.

El arte de la portada. Es una de las portadas más emblemáticas en la cultura popular y en las portadas del rock. Un nene desnudo sumergido en una piscina, nadando hacia un billete de un dólar, el cual está siendo “pescado” con un hilo de pescar.

La música. Con sonidos distorsionados en franca exploración, y letras irreverentes, nihilistas y sin sentido, quedaron concretados en las 13 canciones que componen al álbum. “Smells like teen spirit” abre el Nevermind, que desde entonces y hasta ahora, continúa siendo el gran himno del grunge y de su generación. A diferencia de prácticamente todas las canciones del álbum que fueron compuestas en letra y música por Kurt Cobain, en el caso de esta se trata de una composición en la que además de Cobain participaron el baterista Dave Grohl y el bajista Krist Novoselic. Una joya musical que parecía apelar al espíritu de la adolescencia, cuando en realidad la referencia era una simple alusión a una marca de desodorante, el Teen Spirit.

La mayor paradoja del enorme éxito comercial de Nevermind fue que precisamente Nirvana, en su actitud descuidada y sonidos crudos del grunge, buscaban criticar y alejarse del sistema en general y sobre todo del sistema de la multimillonaria industria discográfica. Su actitud y su música, antítesis del éxito, con Nevermind se convirtieron en la banda más importante y emblemática del grunge y una de las más significativas en la historia del rock.