Por Salvador Nito (@nito_wong)
Youtube es actualmente uno de los rincones del internet con mayor flujo de información en el mundo. Ahí se pueden encontrar tutoriales, videoblogs, comedia y sobre todo música. Esta última oferta ha generado controversia a lo largo de la industria musical, ya que se alega que el servicio proporcionado por Google se beneficia del material creativo sin recompensar adecuadamente a los autores.
En las últimas semanas varios artistas se han unido a un movimiento que pide una reforma al sistema de Copyright establecido en el Digital Millennium Copyright Act (DMCA). En la lista, publicada por Yahoo, de 180 músicos y bandas de géneros tan diversos como el rock o el pop, se encuentran nombres conocidos como Paul McCartney, Beck, Jack White, Pearl Jam, the Black Keys, Taylor Swift y Lady Gaga.
En la petición se establece que “La ley (DMCA) fue escrita y aprobada en una era tecnológicamente anticuada comparada con la era actual”. También declara que “Ha permitido que grandes compañías tecnológicas crezcan y produzcan ganancias considerables al permitir que el consumidor disponga de casi todas las canciones en su smartphone; mientras los ingresos de los artistas disminuyen”.
Cuando la era digital y online comenzaba a aparecer, creció la necesidad de una ley que estableciera un orden entre los intereses de las empresas tecnológicas de Silicon Valley y las corporaciones de la industria musical. Debido a esto, en 1998 el presidente americano Bill Clinton firmó el Digital Millennium Copyright Act, como se menciona en un artículo de Pitchfork.
El DMCA cumple con la función de regular el Copyright, es decir los derechos de autor, en el internet. En él se encuentra una sección conocida como el “Safe Harbor”, la cuál en un principio protege a los medios cibernéticos en caso de que el material con Copyright haya sido subido por un usuario y no por la empresa misma.
Debido a esto, el material con Copyright puede permanecer activo si es que el dueño de los derechos no pide que sea retirado. La problemática surge con los millones de videos que infringen los derechos de autor, lo cual vuelve casi imposible para el artista o su representante retirar manualmente cada uno de ellos. Así, plataformas como Youtube pueden conservar el contenido sin la necesidad de pagarle a los autores.
El argumento de la industria musical que establece que los ingresos de los artistas se reducen debido a servicios gratuitos en internet tiene sustento. En un artículo de Billboard, el empresario Jimmy Lovine de Apple Music e Interscope Records declara que en Youtube se escucha el 40% de toda la música pero sólo se genera el 4% de ingresos totales a comparación de otras plataformas como el streaming o la venta de discos.
La lucha por la reforma de las leyes del Copyright es dificil. Las empresas tecnológicas son cada vez más grandes y su influencia política y legal también. Aun así, casos como el de Taylor Swift han demostrado que un artista puede doblegar a un gigante como Apple. Ahora no se alza una sola voz, sino múltiples. La industria musical se encuentra más unida que nunca, y si algo saben hacer es no callarse.