Más justicia para Bosnia
El día de ayer en La Haya, el Tribunal Penal Internacional subió la sentencia del político Radovan Karadžić a cadena perpetua después de 10 años de juicios, investigaciones y compilación de testimonios. Los cargos que se le imputan son genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra durante el genocidio de Srebrenica.
¿Qué fue Srebrenica?
Durante la Guerra Bosnia (1992-1995), Croacia y Serbia (países vecinos de los bosnios) luchaban por el control del territorio de Bosnia en la que murieron aproximadamente 100,000 personas. En julio de 1995, las tropas serbobosnas tomaron el control de la ciudad de Srebrenica, separando a los hombres musulmanes del resto de la población por órdenes de Radovan Karadžić, quien fuese el Comandante Supremo del Ejército de la República de Srpska. Para esa fecha, la ONU había enviado un grupo de Cascos Azules holandeses para proteger a la población civil, siendo estos los que entregarían a las personas a manos de los militares.
Al cabo de cinco días, más de 8,000 personas habían sido asesinadas a manos del ejército. A pesar de que su objetivo eran los hombres en edad de trabajar, también murieron niños, mujeres y ancianos. A pesar de los esfuerzos que se realizaron para realizar el conteo de cuerpos en las fosas comunes aún hay muchos desaparecidos.
¿Y los primeros juicios?
Al morir el ex-presidente serbio Slobodan Milošević sin ser juzgado por el Tribunal Especial para la ex-Yugoslavia en 2006, el siguiente de mayor responsabilidad según las investigaciones es Karadžić. Fue prófugo de la corte por diez años, hasta que por fin en el 2016 fue capturado. El Tribunal decidió en ese año darle una condena por 40 años de cárcel al considerarlo culpable de diez cargos sobre genocidio y crímenes de lesa humanidad.
Este genocidio es considerado como la peor masacre cometida en Europa después de la Segunda Guerra Mundial.
La decisión de la Corte fue celebrada con aplausos y gritos de los nacionales bosnios, pero principalmente de las madres y familias que perdieron miembros en el suceso.
Karadžić tiene ahora 73 años, por lo que la extensión a cadena perpetua es simbólica para la justicia de las víctimas y para poner ejemplos a futuros casos.