'Minor Victories' – Minor Victories

Supergroup, la unión de varios grandes músicos en un único proyecto, es un término que floreció por la década sesentera con bandas como Cream. El término se ha hecho más y más popular con el paso del tiempo dejando enormes nombres como The Good, the Bad and the Queen, Moderat, Atoms For Peace y una lista contemporánea que se extiende por varios kilómetros. Y aunque tiene todo para serlo, Minor Victories decidió no acuñar el término y ser “simplemente” una banda. Pasaron meses antes de que sus integrantes se reunieran frente a frente; y es que el propósito principal que siempre tuvieron fue el de hacer música. Fue así como mails, samples, letras y diferentes grabaciones fueron recorriendo los oídos de los integrantes a distancia mientras cada uno dedicaba su tiempo en añadirle su propia esencia a Minor Victories. Actualmente es difícil categorizar la música; preguntarse por un género en particular llegaría a generar una serie de opiniones que podrían encontrarse o ser abismalmente distantes. Y quizá esa sea una de las razones por las cuales se forman los tan aclamados supergrupos: las barreras son cada vez más borrosas entre géneros. Aunque Minor Victories no quiera considerarse un supergrupo, es prueba de esto ya que su sonido no es tan distante del que sus integrantes suelen crear en sus proyectos principales/originales. Con Minor Victories, su álbum homónimo y debut, nos encontramos con la voz de ensoñación shoegazera de Rachel Goswell –Slowdive–, el viaje instrumental de Stuart Braithwaite –Mogwai– y los riffs sombríos de Justin Lockey –Editors–. Todo eso acompañado de pequeños filmes minimalistas creados por James Lockey, de Hand Held Cine Club.

Minor Victories

El resultado es un disco homónimo, que a lo largo de diez tracks nos lleva por un sueño oscuro, o quizá un sueño que al final se transforma en una pesadilla. Un abismo negro sin fin que repentinamente encuentra una luz en aquel paisaje sonoro. Tal vez una mejor asociación para recorrer este disco sería la de una serie con varias novelas y finales distintos, algunos felices, algunos bruscos y otros de muerte. “Give Up The Ghost” es un perfecto inicio, una introducción sensual que a la vez muestra uno de los picos más oscuros del disco que desemboca en el primer sencillo del material: “A Hundred Ropes”.

https://www.youtube.com/watch?v=0oz6nzPSZLg

Después de la marea, viene la calma. Entra un poco de luz. La tristeza, sutileza y fragilidad que transmite la voz de Rachel se complementa con colaboraciones de James Graham, vocalista de The Twilight Sad y Mark Zozelek de Sun Kil Moon. La luz gana opacidad, se va escapando y se disipa. Los paisajes bruscos se transforman en paisajes de soledad donde los silencios y la quietud imperan y se busca una salida a lo desconocido. “The Thief “y “Folk Arp” son ejemplos perfectos para describir el sentimiento de tranquilidad sin rebasar el misterio que viene con la evolución de la instrumentalización sutil, que se transforma en un caos armonioso donde cada escucha decidirá el final.

Minor Victories comienza con fuerza, la reminiscencia de los proyectos anteriores de cada integrante es innegable; y aún así esto no es una desventaja, pues juntos encontraron una manera de mezclar sus sonidos sin saturar y sin ser invasivos. El propósito de crear MV no era que sus integrantes se desprendieran del sonido oscuro y melancólico que caracterizó a cada uno de sus proyectos de maneras diferentes, sino que cada integrante pusiera su esencia en la mesa y el siguiente lo complementara y ensamblara consecutivamente. Es así como Minor Victories ha dejado el minimalismo para sus videos y la complejidad para su música, a través de capas sonoras que llevan un a un viaje cambiante y mezclado en blanco y negro.

https://www.youtube.com/watch?v=FGFbZckK7Eo

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