Por Tamagotchi (@tamcarie)
Para hacer el "Malocchio" se dejan el meñique y el índice arriba mientras que los demás dedos se cierran como en puño. Según la tradición italiana, este gesto sirve para bendecir y maldecir. Pero para los metaleros, esto es un símbolo de honor. Y fue justo un icono del género quién le daría esta relevancia luego de ver a su abuela hacerlo. Ronnie James Dio traería esto y muchas cosas más a la historia del metal. Hoy, a cuatro años de su muerte, sigue presente.
Ya fuese cantando sobre arcoiris, las estrellas o batallas medievales, la candidez y frescura de Dio siempre crearon un nuevo camino por donde pisaba. Rainbow, Deep Purple y Black Sabbath son sólo unas de las bandas en las que estuvo antes de crear la suya.
Amaba a sus fans y en cada presentación, aun siendo sexagenario, entregaba su alma; cantaba con su voz aguda y penetrante a todo pulmón mientras el público le regresaba la misma señal que él trajo.
Sin embargo, en el 2009 se le detectó cáncer de estómago que, a pesar de las quimioterapias, no pudo ser eliminado. La muerte es algo inevitable, la mayoría le teme, pero siempre hay quien la encara con coraje; incluso con una sonrisa y con picardía, llegan a mostrarle los cuernos; hay héroes, malditos y benditos, que por sus seres queridos se mantienen fuertes hasta el final, así como Ronnie James Dio.