En la previa al Mundial de España, la Selección de Estados Unidos había sufrido bajas sustanciosas. Kevin Durant, Blake Griffin, Russell Westbrook y Paul George. Todos, por alguna u otra razón (lesiones o procurar el "cuidado" físico de cara a la nueva temporada) no formaron parte del róster confeccionado por Mike Krzyzewski. Para nadie fue una sorpresa que Estados Unidos se alzara con el título, pero las críticas atizaban que éste no era, ni lejos, el mejor equipo que la NBA podía ofrecer al mundo. ¿Qué pasaría si trasladamos ese mismo róster al día de hoy?
"El nuevo Dream Team", sería un titular recurrente (como cada que Estados Unidos presenta a un equipo con jugadores NBA por arriba del promedio). Mediada la temporada, y con el Juego de Estrellas a la vuelta de la esquina, ha llegado la hora del corte de caja. Y encontramos que en la plantilla que disputó el Mundial de España están los mejores jugadores de la actual temporada. Sólo para abrir boca, Stephen Curry (MVP hasta ahora, de lejos) y Klay Thompson, el duo fantástico de los imbatibles y magníficos Warriors. Derrick Rose, sus Bulls son un péndulo, pero él mantiene el nivel (y aún no se ha roto, milagro). Kenneth Faried, la luz en los depresivos Nuggets. DeMar Derozan, la bujía de los inclementes Raptors. Kyrie Irving, mucho más que el escudero de LeBron. DeMarcus Cousins, la torre que cimbra Sacramento, bestial. James Harden, la barba que domina Houston. Anthony Davis, las alas del pelícano. Andre Drummond, el impulso vital de Detroit. Exceptuando a Rudy Gay y Mason Plumlee, de temporadas magras, el resto no parece haber acusado al verano de "vacaciones" en España. Todo lo contrario.
Tras la lesión de Paul George, el debate sobre si era estrictamente necesario que el "USA Team" echara mano de estrellas NBA acrecentó. ¿Habría que volver a confeccionar equipos universitarios para los torneos 'menores' (Mundiales, Premundiales) y enviar a las estelas NBA sólo a los Juegos Olímpicos? ¿Hasta qué punto valía la pena arriesgarlos? Muchos comentarios sentenciaban que a los doce integrantes del más reciente "Dream Team" les terminaría perjudicando haber ido al Mundial: el riesgo de una potencial lesión siempre latente, el cansancio, jugar a máxima intensidad en plena pre-temporada (con todo y los contratiempos en términos de acondicionamiento físico que esto puede acarrear). Ha sucedido lo contrario.
Respondemos la pregunta. ¿Qué pasaría si trasladamos ese mismo róster al día de hoy? Todos nos estaríamos frotando las manos (y no como antes del Mundial, cuando primaba el escepticismo). Agregando a LeBron y Durant en lugar de Gay y Plumlee, no habría mejor equipo que Estados Unidos podría presentar.
Lalo López