#LosCabos9: “She Dies Tomorrow”, el terror de la ansiedad
She Dies Tomorrow, una película necia y única cuya visión inquebrantable se erige no sólo como un rotundo éxito de ambiente, sino también como una evidente continuación de la voz de su directora Amy Seimetz, quien no necesita grandes presupuestos ni robustas producciones para historias profundamente afectivas, sensibles y, por supuesto, algo horrorosas.
Quizá la influencia más evidente para el cine de horror estadounidense hoy en día es la manufactura independiente. Lo que antes era una curiosidad y fenómeno atípico de algunos festivales, hoy es la norma. Películas como It Follows, Hereditary o The Babadook caminan por los adoquines ensamblados en los mundos del mumblecore (o mumblegore) que llevan al reino del micropresupuesto y la absoluta libertad creativa.
Nombres conocidos como Gretta Gerwig o más infravalorados como Ti West generaron o continúan echando fuego a este muy popular género de horror. Amy Seimetz tuvo sus inicios en este mundo, y aunque hoy es una actriz y directora que trabaja en el mainstream, sus vínculos con la realización independiente no han desaparecido ni un ápice.
She Dies Tomorrow es el resultado de la actuación de Seimetz en el remake de Pet Sematary, basado en el clásico del maestro Stephen King. La directora ha revelado que hasta el último centavo que ganó en ese trabajo fue destinado a esta nueva producción.
Tras la cancelación del Festival SXSW por la pandemia de COVID-19, She Dies Tomorrow encontró su público gracias al VOD (Video bajo demanda, por sus siglas en inglés), y casi de inmediato se consideró ominosa ante la actual crisis sanitaria, ya que la película trata sobre una mujer contagiada de una imperante “enfermedad”: saber con certeza que va a morir al día siguiente, la cual contrae por su novio y eventualmente ella misma la contagiará a amigos y otras parejas.
A meses de iniciado el confinamiento, una película sobre contagio y la muerte generó reacciones inusitadas en los comentarios cinematográficos. She Dies Tomorrow es ahora una suerte de película de culto, con apenas meses de estreno.
Pero no es realmente una película sobre el contagio. Definitivamente es sobre una enfermedad que existe, pero este malestar en la vida real no es precisamente contagioso. La enfermedad en cuestión es la ansiedad, una discapacidad mental paralizante, que resquebraja interiores y llega a generar personas incapaces de formar vínculos efectivos.
No existen muchas películas que retraten este malestar con fidelidad (Eighth Grade de Bo Burnham es una notable excepción), pero She Dies Tomorrow —a través de algo de terror y mucha imaginación— hace de la ansiedad algo contagioso y fatalista, ligeramente hilarante y absolutamente original.
She Dies Tomorrow ha sido descrita como una película de horror, lo cual es una descripción certera, especialmente considerando esos ambientes y visuales talados del mismo árbol de David Lynch (una comparación algo obvia, pero muy merecida y elogiosa), pero más allá combina una serie de géneros e influencias con el muy particular sello de la directora.
De hecho sorprende el cómo eventualmente la película adquiere un tono portentosamente cómico, y aunque nunca provoca ni persigue las carcajadas, es una inesperada relajación de lo que parecía un trabajo de absoluta seriedad.
La protagonista es Amy, pero esto sería reducir un poco los alcances de este largometraje polivocal. Más bien, los protagonistas son los espacios y redes entre las personas, aquellas cosas que los unen y dividen. La trama pasa a segundo plano para explorar a profundidad cómo las personas viven consigo mismas.
Hay un dejo de fatalidad alrededor del mundo en esa pandemia, pero sin duda alguna esta es una película íntima y personal, en donde es más importante lo que destruye a una persona en su intimidad, que la capacidad de afectar al planeta entero.
She Dies Tomorrow es una película que parece tomarse en serio al inicio, para luego abrirse un poco a situaciones no exactamente ridículas, pero sí absurdas, nunca alejadas de un emotivo núcleo sobre las personas y sus conexiones sociales.
She Dies Tomorrow,
Salta entre personajes sin evidente interés por establecer consistencia en su trama o un arco narrativo, su interés recae más en las relaciones (románticas, fraternales, laborales) que uno construye a lo largo de su vida y la forma en que éstas nos fortalecen y debilitan pero que —finalmente— atraen como polillas al fuego.
Finalmente, su ritmo tan tenso y en momentos relajado, aterrador y cómico, franco pero impenetrable, hila con maestría un lenguaje indomable, cual el rango de una emoción. Tanta ambición en lo tan pequeño no es sino aplaudible.