La película de la semana: 'Ya no estoy aquí'
Justo a una semana de la más reciente turbulencia que amenaza los apoyos a la educación, la cultura, el arte y los fondos para los proyectos cinematográficos en México, algo que sucede recurrentemente en episodios que suelen presentarse cada dos o tres meses, se estrena en Netflix, Ya no estoy aquí.
Segundo largometraje de ficción de Fernando Frias, ganadora de los premios principales en los festivales de El Cairo y Morelia, la cinta es un excelente ejemplo de un cine nacional de calidad que, desde su propuesta autoral y su enfoque personal, nos recuerda la importancia de que las películas sean entendidas como algo más que un mero negocio.
Resultado de un proceso de trabajo de casi siete años, y de una cercanía e intimidad que trasciende la mirada etnográfica y apuesta por la complicidad, Ya no estoy Aquí construye un retrato fresco de un puñado de jóvenes del barrio Independencia en Monterrey que gustan de la cumbias rebajadas y los bailes donde estas abundan.
La montaña y el universo Kolombia es el territorio de los Terkos, una pandilla de adolescentes que se identifican usando pantalones y camisas enormes, calzando tenis Converse, y tiñendo y cortándose el pelo de un modo único. Desafortunadamente, en ese terreno hostil también hay zetas y bandas que se pelean la plaza para el narcomenudeo. Hay violencia, corrupción, ajustes de cuentas, impunidad y falta de oportunidades.
A partir de esa realidad, y de una vuelta del destino en forma de malentendido entre bandos rivales, el protagonista de la historia, Ulises, (no podría llamarse de otra manera alguien que tendrá que irse de casa y experimentar en sus propias carnes la peripecias del viaje del héroe) tendrá que dejar atrás su vida para vivir el destierro en otro barrio de otro país.
Utilizando la música, las fiestas y la ropa como signos de identidad y la cultura propia de una tribu urbana como estandarte y estrategia narrativa Fernando Frias construye una película poderosa y auténtica que nos recuerda que hay mucho que contar más allá de lo que sucede en la capital del país. Que así como dentro de México hay muchos Méxicos, dentro de nuestro cine hay muchos cines e historias esperando a ser contadas. Por para eso es necesario que la cultura no dependa exclusivamente de las reglas del mercado.
Por eso son necesarias más películas como Ya no estoy aquí. Por eso son necesarios los fondos y son necesarias más voces nuevas para el cine mexicano.
El More.