La película de la semana: 'Jojo Rabbit'
La risa es una muestra de inteligencia. Entre muchas otras razones porque sólo se puede reir el que entendió el chiste.
Aquél al que le hace sentido lo que se dice mientras se intenta alcanzar cierta gracia.
Así, el sexto largometraje de ficción del escritor, pintor, productor, comediante y director de cine y televisión neozelandés Taika Waititi, quien ya había dado mucho de qué hablar con películas como Lo que hacemos en la obscuridad y Thor: Ragnarok, es una muestra más de su mente sagaz y su talento fuera de lo común.
Dueño de un estilo irreverente y desenfadado, y capaz de abordar temas complicados desde un perspectiva diferente, Waititi cuenta en Jojo Rabbit un cuento mil veces contando desde una óptica distinta: La historia de un niño buleado en la Segunda Guerra Mundial que afronta los abusos gracias a un amigo imaginario. Relato que toma una dimensión nueva cuando resulta que nuestro personaje es parte de las juventudes nazis y el amigo imaginario es el mismísimo Adolfo Hitler.
A partir de eso, y de un tono casi impensable que recae en la comedia física y en transitar los riesgosos callejones de lo políticamente incorrecto, la reflexión sobre la estupidez de la guerra y la pérdida de la inocencia que propone la cinta supera lo meramente ocurrente y va mucho más allá.
Ganadora del premio del público del Festival del Cine de Toronto el año pasado y nominada a seis Óscares de la academia norteamericana, Jojo rabbit es una agradable sorpresa omnipresente en la temporada de premios y una muestra más de la inteligencia y talento de un director que seguirá dando mucho de que hablar en los próximos años.