La película de la semana: '1917'
En la recta final de la temporada de premios, y tras convertirse en la gran favorita a llevarse el Óscar de la Academia de Hollywood a mejor película y mejor fotografía (entre otras categorías técnicas), resulta imperativo hablar hoy de 1917.
Octavo largometraje del dramaturgo y director de teatro británico Sam Mendes -responsable de clásicos modernos como Belleza americana o Camino a la perdición y de las dos más recientes entregas de la franquicia de cintas de James Bond- 1917 cuenta con todos los elementos necesarios para seguir cosechando premios y vendiendo boletos en los cines.
Inspirada en hechos reales, anécdotas de la Primera Guerra Mundial que el abuelo del director le contó personalmente, la cinta cuenta la aventura de dos soldados de bajo rango que deben llevar un mensaje urgente a través de las trincheras y el campo de batalla en el frente francés durante el año que da título a la película.
Más allá de una ambientación meticulosa que recrea de manera brillante una época, y de la ambiciosa producción que implica un proyecto bélico, 1917 destaca por una impactante fotografía concebida por Mendes y su cinematógrafo Roger Deakins como un falso plano secuencia de toda la película, que dota a la narrativa de una gran veracidad.
Así, una anécdota sencilla contada desde el virtuosismo técnico supera, gracias a la visión de un peso pesado de la dirección como Mendes, los alcances del mero ejercicio de estilo y continua su carrera hacia la noche de lo Óscares como caballo puntero. Que nadie se llame a sorpresa si, en tiempos en los que se privilegia la forma sobre el fondo, 1917 termina por ser el Green book o Moonlight de este año.