La noche en que Arca tocó en la Doctores

Fotos por Jesús Daniel Hernández Todavía algunos incautos, perdidos o curiosos recuerdan cuando en 1994 un desconocido Radiohead tocó en Ojo de Agua, Estado de México. O qué tal cuando, en 1981, Queen visitó la ciudad de Puebla de los Ángeles. Para no ir tan lejos, en 2015 Irmin Schmidt, de Can, OMD y Vince Clark, fundador de Depeche Mode, tocaron en el Festival Mute en un deportivo llanero en medio del barrio de Tlaquepaque, Jalisco. Es decir, esas tocadas y conciertos de agrupaciones grandes o de importancia organizados en medio de la nada o en lugares bizarros. Bueno, puede que este sábado 14 de enero del 2017 haya ocurrido lo mismo en el Foro Monster, cuando la gran promesa de la producción musical, Arca, se presentó en una vil bodega industrial de ladrillos para poner a bailar a la gente con su DJ set bailable y por momentos oscuro.

 

Alejandro Ghersi, mejor conocido en la escena musical como Arca, es un joven de 24 años nacido en Venezuela, de familia acomodada y criado en Nueva York y Londres. Desde hace algunos años, se ha convertido en uno de los productores más jóvenes y prolíficos. Después de lanzar en 2012 tres EPs bajo el sello neoyorkino UNO, captó la atención de Kanye West, quien le pidió producir cuatro canciones de su álbum Yeezus. Dos años después ocurrió lo mismo con Björk y su disco Vulnicura, al igual que otros artistas como FKA Twigs, Kelela y Hudson Mohawke. Además él lanzó sus propios álbumes bajo el reconocido sello Mute: Xen y Mutant son dos pruebas de electrónica actual y vanguardista que han logrado que volteemos a ver a este productor caraceño y lo ubiquemos entre los más virtuosos de los últimos años.

Luego de mencionar todo esto, uno podría imaginar que escenarios como Festival Mutek o Festival Aural – o algo por el estilo– serían los adecuados para que Arca se presentara, pero la realidad es que Finesse Records y Marginal fueron los que, atinadamente, decidieron traerlo. Decimos atinadamente porque tener a Arca como headliner de un evento es un acierto, pero el venue es lo que hacía bizarra la visita del productor. Inicialmente se había designado al Bahía Bar, en la Ciudadela, como el lugar del evento. Al presentarse una alta demanda de boletos, el escenario se cambió al Foro Monster, ubicado en el número 86 de Dr. Vértiz, en pleno corazón de la colonia Doctores. El lugar estaba rodeado solamente por fábricas antiguas, edificios descarapelados de la PGJ y coches arrumbados, sin llantas o con las ventanas etiquedadas por leyendas como: “Robado con violencia física” o “Decomisado por abandono”. Entre toda esa atmósfera, el Foro Monster aseguraba un encerrón de entre 6 y 7 horas si uno llegaba puntual al evento.

Antes de Arca, uno de los encargados de hacer el warm-up fue Total Freedom–productor de Miami del sello Fade to Mind– a quien recordamos por su presentación en el Festival Ceremonia del 2016. Otros abridores fueron el pintor, ilustrador y productor regiomontanto ZutZut y la neoyorkina Debit, quien se ha colocado como una de las exponentes más atractivas de la escena latina electrónica de aquella ciudad.

Más allá de la música que Arca pudiera seleccionar en su previamente anunciado DJ set, los presentes querían ver cómo es que este venezolano iba a salir vestido, maquillado o disfrazado, ya que es toda una referencia moderna de la moda LGBT. Tras horas de espera, finalmente Arca apareció en el escenario. Lucía unos elegantes tacones, provocadoras medias de red, un ajustado corpiño blanco, peluca rubia encima de una gorra de vieneviene para atrás y unas grandes ojeras que denotaban un presunto desgaste producido por horas y horas acumuladas de fiestas. El derroche de erotismo y sensualidad de este personaje es hipnótico y, acompañado de la música avant-garde que emanaba de sus tornamesas, creaba una atmósfera pecaminosa y de malicia, mientras los ladrillos y techos laminados del Foro Monster retumbaban.

La música subía poco a poco de tono; bailarines semidesnudos y fortachones, como buenos ‘teiboleros’, presumían sus mejores pasos a los extremos y centro del escenario. Si uno volteaba al piso y alumbraba con su celular, las bolsitas ‘Ziploc’ (llenas o vacías) abundaban. Todo mundo fumaba, no había equipo de seguridad; las bebidas te las vendían los bartenders detrás de mesas plegables de las que se consiguen en el Walmart. Era un evento improvisado de último momento y a la mexicana, pero el show ahí iba. El Foro Monster se encontraba a su máxima capacidad cuando sonó el grito de guerra de Arca con su acento venezolano: “¡¿Cómo putas coños se la están pasando!?”. El baile y las bolsitas ‘Ziploc’ seguían y la fiesta se prolongó hasta altas horas de la noche. La verdad es que fue una fiesta más que un concierto. El sonido del lugar no era de la mejor calidad, si estabas lejos no se veía mucho, la música no variaba y no lucía, vaya, no fue el mejor de los eventos, pero se le pudo poner palomita al haber visto a Arca. El futuro siempre será incierto y no sabemos si Arca vaya en camino de convertirse en uno de los mejores productores de nuestros tiempos, pero si sí, podremos decir que se presentó en México en uno de los conciertos más raros y bizarros que recordaremos.. Fue raro. 

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