Pasados un par de días después de la noticia del fallecimiento de Jenni Rivera, podría parecer casi imposible generar mayor contenido en torno al suceso. Sin embargo, el hecho de pensar que esta premisa es correcta, demuestra la menospreciada idea que tenemos sobre el poder de los medios para hacer una noticia de cualquier cosa. Resulta increíble la tremenda información que se pudiera generar sobre una acción y la seguridad de que las principales televisoras del país van a encontrar la manera de comunicarlo... si esto es “lo que el público quiere”. Tomemos en cuenta factores que nada significan para el ciudadano promedio tales como la velocidad al que iba el avión, la altitud o qué y como comió Jenni Rivera antes de despegar en el fatídico viaje. Adicional a esto, tomemos en cuenta la extensa cobertura y tributos que se han rendido al personaje en la televisión nacional, incluyendo (más no limitado a): el tributo en el programa La Voz, el especial "Jenni Rivera, la Diva de la Banda" en el canal 2 así como los cientos de retransmisiones de entrevistas, conciertos y notas informativas en general.
Pensando en las muertes mediatizadas de los años recientes, saltan nombres como el de Paco Stanley o Luis Donaldo Colosio, personajes que por la mediatización de su muerte ganaron un lugar en el inconsciente colectivo. Sin embargo, de no haber muerto, ambos personajes, pudieron perder ese lugar que ocupan hoy en día. Paco Stanley, pudo haberse visto involucrado en escándalo, para después terminar en el rincón de los “olvidados de la farándula mexicana” (véase Ivonne e Ivette o Martín Ricca), para años después morir y tal vez conseguir una mención en alguna nota etiquetada editorialmente como curiosa más que noticiosa. Luis Donaldo pudo haber hecho su gestión presidencial igual que Zedillo y actualmente ser una figura igual de gris en la vida pública nacional. Cuando se murió Carlos Fuentes no hicieron ningún especial de sus obras y no se´interrumpieron las transmisiones.
Es difícil determinar qué es lo que hace de la muerte de algún personaje un suceso tan mediatizado. Tal vez es la manera en que mueren, tal vez es el momento en el que mueren. Lo que sí es un hecho, es que a veces la muerte sirve como la vía más rápida hacia la consagración. Y quién sabe, supongo que si esta nueva figura consagrada logra inspirar a una persona a lograr algo fantástico, entonces tal vez toda esta sobreinformación y bombardeo de datos inservibles habrá valido la pena.
Texto originalmente hecho para Publimetro (15 - Dic - 2012)