La fotografía como documento histórico
Es irrefutable que la fotografía es el medio entre las artes, que refleja de manera más realista una verdad. La gran Susan Sontag comentaba que la fotografía tiene la deslucida reputación de ser la más realista y por ende la más hacedera, de las artes miméticas. Además, Gisèle Freund decía que gracias a la fotografía, la humanidad ha adquirido el poder de percibir su ambiente y su existencia con nuevos ojos.
Con la llegada de la ola digital a finales del siglo XX, se dio una migración acelerada de la película fotográfica al sensor electrónico de las cámaras digitales. La fotografía análoga prevaleció como único medio desde su “invención” en 1839 hasta el 99, al comercializarse la cámara digital. Con esto vemos que la utilización de material fotosensible dominó el mundo de la fotografía por 160 años, pero la transición a la era digital tardó tan sólo 20. Como consecuencia, surgieron nuevas tecnologías y herramientas que complementaban las exigencias de dicho formato digital, como software para almacenaje y edición, siendo el último el que abriría las puerta a la infinidad de posibilidades de la manipulación de la imagen, que en muchas ocasiones puede ser imperceptible.
Esto último ha generado un debate sobre la legitimidad de las fotografías para el estudio de la historia, donde se cuestiona su credibilidad a causa de la manipulación que ésta podría o no sostener.
Imaginar un mundo sin imágenes fotográficas parece un trabajo casi imposible. Vilém Flusser suponía, en su ensayo Hacia una filosofía de la fotografía, que las imágenes hacen accesible e imaginable el mundo para el hombre y consideró que la invención de las imágenes técnicas, como la foto, ha sido uno de los cambios fundamentales que la civilización humana ha experimentado. Si la fotografía atesora una gran importancia y valor para la humanidad, entonces ¿por qué se cuestiona su relevancia al tratar de entender la historia del hombre?
La fotografía como herramienta significativa para el periodismo
La repentina posibilidad de evidenciar la realidad de manera tangible y perdurable facilitó el trabajo del periodista. La fotografía surgió como una herramienta perfecta para mostrar hechos de manera verosímil, casi como una ventana para ver y recordar los acontecimientos pasados.
"El impacto de la fotografía desde sus inicios sobre el periodismo, permitió que surgiera un nuevo modus operandi para el periodismo: el fotoperiodismo, en el que se crean imágenes a fin de contar una noticia"
– Stella Dawkins, 2015.
Con sus orígenes en las guerras, el fotoperiodismo y sus máximos representantes permitieron mostrar a todo el mundo el sufrimiento y penurias que los soldados experimentaban en estos conflictos. A partir de esto, surgieron organizaciones profesionales de fotoperiodismo, como Magnum Photos y la National Press Photographers Association, que indudablemente residen en la premisa de que la fotografía es un medio a través del cual puede estudiarse la historia y como retratos fieles de eventos que moldean y cambian circunstancias.
Para algunos, la fotografía no es un documento histórico…
Autores como Katya Mandoki sostienen que “a partir del invento de la fotografía, la producción de imágenes se aceleró exponencialmente con trillones de fotos, pero así como algunas fotografías nos persiguen obsesivamente (botellas de brandy, o de políticos en campaña) tambíen hay fotos ausentes, como una del cadáver de Hitler o la de víctimas de homicidios con sus respectivos asesinos”. Posteriormente, Mandoki establece que con el acto de enmarcar y encuadrar una foto, se está mostrando solo una pequeña fracción de la realidad y lo que es. De igual manera, declara que las imágenes, además de no ser inocentes, son todo menos inofensivas, pues impactan la realidad y “cobran vidas humanas”.
Por otra parte, Susan Sontag, a diferencia de Katya Mandoki, no se refería a la fotografía como un documento ficticio, sino que ensaya los efectos de la fotografía sobre las bellas artes y considera que la fotografía no es una disciplina artística aunque esta genere obras que pueden considerarse arte, pues precisa la subjetividad, puede mentir y ofrece placer estético. Sontag se refiere a la fotografía como copias de experiencias y no como la realidad, por lo que se podría decir que la autora considera a las fotografías no como evidencia de la realidad o la historia, sino como representaciones de experiencias pasadas, lo que no lo hace propiamente historia.
...Pero para otros sí
Por otra parte, autores como Lorenzo Vilches establecen que la foto de prensa, en mayor grado que el texto escrito, aparece con una tremenda fuerza de objetividad y que toda fotografía produce una impresión de la realidad que en el contexto de la prensa se traduce por una impresión de verdad, pues el objetivo de la cámara es mecánico y esto anula cualquier actividad emotiva o subjetiva en el acto fotográfico. Esto quiere decir que la fotografía ejerce un papel más objetivo que el texto que acompaña a ésta y que el acto de tomar una fotografía (manejo de tiempo de obturación, diafragma entre otros) no implica un juicio emotivo o subjetivo, pues este acto de medición y captura es un acto mecánico y científico (seguir ciertos pasos para obtener un resultado favorable).
De igual manera, Vilches declara que la fotografía nos revela la realidad, y que la más exacta de las técnicas puede conferir a sus productos un valor mágico, en mucha mayor medida que la imagen pintada. En otras palabras, Vilches se refiere a que de los recursos gráficos, la fotografía refleja una realidad más exacta que la pintura, o las imágenes creadas por la mano.
Además, es importante mencionar la importancia que la fotografía tuvo para el mundo del arte, pues gracias a ésta se pudo reproducir, esparcir y globalizar el concepto del arte y su obra, tal como lo dice Gisèle Freund: “si la fotografía ejerció una profunda influencia en la visión del artista, también cambió además la visión que el hombre tenía del arte”.
Hablando de la fotografía en general, si las fotografías se toman como copias de experiencias o como visiones subjetivas, ¿por qué no utilizarlas para el estudio de la historia, si para la historiografía las experiencias individuales son válidas y primordiales para el entendimiento de un contexto histórico? ¿Por qué si las manifestaciones artísticas, como la pintura, escultura y literatura, nos han ayudado a complementar a la historia, se va a dudar de la fotografía?
Sin importar la manipulación que la fotografía podría tener, y sin importar el objetivo de ésta (así sea mostrar las consecuencias de la guerra, o expresarse pictóricamente) estos mensajes y representaciones subjetivas refieren a un entorno autónomo y exterior que son de gran valor para la construcción y modificación de la historia del hombre.
Al entender propiamente la naturaleza de la fotografía como medio de representación y documentación, es válido decir que ésta es una interpretación de la realidad y su conflicto no debería residir en su veracidad o falsedad, sino en lo que se reproduce y la manera en que la fotografía lo hace, así como otros medios visuales pueden hacerlo a su manera. Por todo esto, la fotografía y su formato podrían ser tomados en cuenta como un espejo hacia el pasado y como ventana del presente, para conocer las caras y escenarios de todos aquellos personajes que han moldeado la historia de nuestra humanidad.
Encuentra a Alejandra Mejía en Instagram como @am_insausti.