Por: Luis Roiz Cosplay, manga, anime, J-Pop, K-pop, vocaloid, conceptos que cada vez son más vistos en espacios de la cultura mexicana. El soft power asiático cada vez se expande más, y como prueba de ello, la semana pasada se tuvo la presencia de diversas bandas de J-Rock. Bandas como The Gazette, Girugamesh, o diversos grupos coreanos de música pop como los que han llenado la Arena Ciudad de México en los últimos años (con fanáticos cantando todas las letras), muestran la invasión asiática que comenzó hacer varios años y que parece que no se va a detener.
Este fin de semana se pudo presenciar una celebración de la cultura otaku en la ciudad con el J’Fest, un espacio para la muestra representativas de este movimiento, caracterizado sobre todo por su extrema originalidad. En Japón es difícil abrirse paso con la gran cantidad de bandas existentes y cada vez, lo géneros musicales se mezclan más para atrapar la atención del exigente público. Como ejemplo, el año pasado tuvimos la visita de una banda sui generis: Babymetal, compuesto por tres chicas adolescentes que interpretan una mezcla de Heavy Metal, Idol y J-Pop, para transformarlo en su llamado Kawaii Metal (o “metal bonito” como sería en español).
De este género, se trajo también a quien lo hizo presente por primera vez en Latinoamérica, Ladybeard, un alter ego que muestra a una chica japonesa de 5 años de edad, originaria de Australia, que practica la lucha libre, y que canta vestida de colegiala. Detrás de este personaje se encuentra Richard Magarey –aficionado a las artes marciales, al Heavy Metal y a la cultura oriental–, quien ya es todo un fenómeno de las redes sociales.
Su carrera la empezó en Hong Kong, en donde se presentaba en los rings con bikini y coletas. A partir de sus aficiones, formó junto con Rie Kaneko, de 17 años; y Rei Kuromiya, de 14, Ladybaby, todo un fenómeno que se catapultó por su video Nippon Manju que tiene casi 15 millones de visitas en Youtube.
En su primera presentación en México, Ladybeard comentó en una conferencia de prensa su emoción por presentarse ante el público mexicano; esperaba una gran participación de la gente y así fue, con un escenario abarrotado de chicas, y alguno que otro fan vestido de manera similar al artista. Durante los 45 minutos que tocó, se pudieron apreciar algunos éxitos musicales como Valentine Kiss, un intermedio con espectáculo de lucha libre, y al final, un concurso de Jankenpon (la versión japonesa de piedra, papel o tijeras).
Por otra parte, también se presentó el grupo de J-Rock ROOKiEZ is PUNK'D, famosos por la presencia de su música en el anime, entre los que destaca Bleach. El movimiento Idol también tuvo presencia con el grupo Puni Puni Club, originarias de Torreón, Coahuila, quienes cantaron y bailaron clásicos del pop y rock japonés.
Sin duda, este festival fue un festín de la cultura otaku y una buen manera de apreciar lo más reciente de la cultura pop oriental, la cual cada vez se infiltra más en las entrañas de la población mundial para darse a notar, y expandir su rango de influencia.