Por Rodrigo Sariñana "Rorra" Fotos por Jimena Santoyo

Sombreros de vikingos, penachos y una abundancia de tenis Adidas. Hace 21 años salió Emergency On Planet Earth. Fueron 6 años los que tuvo que esperar la Ciudad de México para encontrarse de nueva cuenta bailando al ritmo de Jamiroquai. La Arena Ciudad de México (la cual cumple un año) fue la encargada de recibir en esta ocasión a los ingleses liderados por Jay Kay, siendo ésta su 3ª visita a la capital.

A pesar de ser lunes (ese horrible día en el que nadie tiene ganas de nada y normalmente nada bueno ocurre) la gente acudió al llamado, pues no se podía desperdiciar una buena oportunidad de “sacarle brillo al cacle”. La entrada era muy buena, en su mayoría personas que hace 21 años tal vez sí pudieron escuchar de una mejor manera el disco debut de Jamiroquai.

Aproximadamente a las 22:40 horas salieron al escenario los once músicos responsables de la banda . Con “Twenty Zero One” y sus poderosos riffs de jazz funk, aparece de un salto Jay Kay con un poncho, un sombrero verde y unos tenis que asemejan a bolas disco al brillar.

Es normal que los intentos de Jay para que la banda en conjunto sea reconocida por igual no funcionen, pues él es el alma de Jamiroquai. La energía y pasión que le imprime a los shows es simplemente genial, es un verdadero frontman que rebasa a sus compañeros.

El concierto empieza al disparar hits de cajón, de ésos que provocan movimientos involuntarios de cuello, hombros, caderas y pies. “Alright”, “High Times”, “Little L” y la Arena ya está inundada con una lluvia “funky”. Después de un comienzo enérgico, se tranquiliza el ambiente con “Hot Tequila Brown” y “Talullah”, que suenan perfectos para crear un ambiente suave, melodioso; el cual llega a su clímax con “Space Cowboy” que hace que los presentes asientan con la cabeza ante las deliciosas líneas de bajo, grandes pesos en las canciones de la banda.

El público estaba totalmente entregado, fueron pocos los que permanecieron sentados (denles chance, acuérdense que era lunes). Jay Kay es todo un personaje, interactúa con el público lo suficiente como para que con un simple paso de baile o un nota alcanzada, todos se vuelvan locos y se rindan ante sus pies. Es por eso que en “Cosmic Girl” se baja a estrechar manos con el público e inclusive se da el lujo de besar a una señora en la boca.

La noche está a punto de terminar, empieza a sonar una versión bossa nova de “Love Foolosophy” que después evoluciona a la versión “baile hasta el encuere”. No se sabe si la tercera sea la vencida, o si Jamiroquai pueda ofrecer otros 21 años más; pero lo que es seguro es que si vinieran una vez más, aunque sea otra vez en lunes, seguro que todos estaríamos de nuevo ahí; con penachos, cuernos de vikingo y tenis Adidas.