"Jamie Lidell"- Jamie Lidell

Tras tomar un descanso, cambiar su vida ajetreada, cosmopolita y una renta cara con poco espacio, Jamie Lidell decide mudarse de Nueva York a Nashville, Tennessee; junto con su nueva esposa. De esta manera Lidell regresa a los escenarios con su álbum homónimo, curiosamente el quinto en su carrera, ya por lo regular estos títulos son los primeros lanzamientos, pero en el caso de Jamie, éste es parte de su regeneración como artista.

Compass es el álbum previo a éste, el cual produjo en conjunto con Beck y Chris Taylor de Grizzly Bear, fue más digerible,  pop experimental acompañado, obviamente, del sonido de blues de Beck. Esta vez, da un giro con Jamie Lidell, un LP de once canciones, de autoría propia, con la grabación y producción corriendo a su cargo, (tal vez por ello es que sea homónimo, todo fue hecho por él mismo).

Este nuevo giro se basa en el fetichismo que tiene Lidell por los años Setenta y Ochenta, lleno de sintetizadores pop, secuencias y beats de cuatro cuartos. El disco comienza con una canción que suena como a Jamiroquai: “I’m selfish”, un intento por demostrar el cambio que hizo en su vida, la nueva persona que pretende ser . “... I want to be a good man. I don't want to be selfish like I was, it's so stupid, so easy. Musicians are so lame and needy a lot of the time...”,  dijo en una declaración para el 5-10-20-25, de Pitchfork.

En muestra de una nostalgia al pasdo cercano, por retomar viejas plataformas, el streaming de esta última placa lo realizó a través de MySpace, pero fue algo que no tuvo impacto, como era de esperarse.

“What A Shame”, fue el primer sencillo que se extrajo del LP, al escucharlo parece sonar como una producción de Timbaland para Justin Timberlake, tal vez de ahí el hype que existe por Jamie. El disco contiene “ganchos pop” como en su más reciente sencillo “You Naked”, canción que comienza explosivamente y es fácil de escuchar, seguro sonará en todos los cocktails, desde las pasarelas hasta en en alguna tienda departamental de ropa.

El disco cierra con “Don’t You Love Me” y con “In Your Mind”, tracks donde Jamie confirma que para él, géneros como el funk y el soul, son como Play-Doh: los manipula a su antojo, aunque el resultado final pueda gustar o no.

La primera mitad del disco es brillante, no deja de sonar complejo y exquisito, pero la otra mitad parece ser de relleno, deja de atrapar poco a poco y suena a algo que probablemente Chrome ya hizo o haría. Llega a grandes clímax, pero también termina con una gran plasta de repeticiones. Por otra parte, de manera tácita homenajea a Marvin Gaye, James Brown y Little Richard; esto se puede apreciar en los tonos altos que ejecuta en cada canción; por momentos se podría imaginar a un Jamie negro y no al que se conoce.

Jamie Lidell es complejo al escucha que no conoce este estilo musical, pero mientras corre su música, se vuelve digerible y bailable en su totalidad, perfectos para ser las plácemes de todo aquel moderno que siga las “últimas tendencias”. La evolución de Lidell se puede tomar como un reencuentro con sus raíces y una evolución inconclusa, que invita a nuevos paisajes que vislumbrar. Todavía tiene mucho que dar y en esta producción sólo trazó una parte del camino.   

http://youtu.be/WQxGnSqxTyA

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