'Innerspeaker' de Tame Impala: 10 años del exitoso debut de la psicodelia moderna
“Tan fácil como mirar las estrellas”. Así lo plantea Kevin Parker, la mente maestra que debería ser la música y en especial la psicodelia. Hace 11 años, entre los meses de junio y agosto se embarcó en un proyecto del que no sabía cuál seria el resultado, pero que le dio un giro al sonido en la psicodelia que se estaba escuchando en esos tiempos. Él sólo trabajaba en su casa de playa sin saber las consecuencias.
Previamente, la agrupación originaria de Perth, Australia, ya había tenido varios singles lanzados, muy buenos (tal es el caso de “Sundown Syndrome” y “Remember Me”, en 2009) y muchas presentaciones en vivo. Aún no definían la materia que deberían usar para crear un álbum de larga duración, hasta que lograron sacar al mercado Innerspeaker, editado por la disquera Modular Recordings y con fecha de lanzamiento: 21 de Mayo del 2010.
El álbum se convirtió en un gran parteaguas para la carrera de Tame Impala y la continuidad de un sonido que hasta estos momentos ha ido tomando diferentes ondas y sentires pero que no abandona su forma inicial.
Psicodelia en pura esencia.
El potencial de este álbum es la belleza sonora y retro que llevan, de principio a fin, en los más de 53 minutos de duración, resaltando la obsesión que Parker ha tenido por la grabación desde sus inicios. La complejidad que se añadió a Innerspeaker es que no fue un álbum que tuvo sencillos o que lleva diferentes secuencias sino que cada canción lleva a ser una pieza sobre otra sin necesidad de ser continuas creando un delirio atmosférico muy marcado en cada canción que se acompaña (incluso se aconseja escuchar con audífonos de buena calidad).
Como sabemos, el gran nicho de Tame Impala hizo que se volteara a ver y por decirlo de alguna forma, y que hiciera ruido en mundos y ondas sonoras que siempre existieron, pero que se ocultaron por cierto tiempo y que ahora podemos identificar en el sonido de bandas como Pond, Boogarins, Black Angels y Mild High Club, por mencionar algunas.
Una de las canciones en las cuales hay que poner énfasis en “Lucidity” que es una canción enfocada a un mensaje que Tame Impala da para los amantes de las estrellas y esto nace sobre el amor que Kevin Parker tiene por la astronomía y como estudiante de esta rama de la ciencia. En el track podemos escuchar principalmente la frase: “…sé donde fuiste, pero no sé cómo llegaste ahí”, donde refleja el interés y conocimiento del origen de los cuerpos celestes, pero su desconocimiento total de las ubicación exacta de cada uno.
La mayor parte de los detalles en Innerspeaker hacen pensar que Parker era totalmente Tame Impala, sin embargo en temas “Why won't you make up your Mind?”, que va de frases incrustadas en un umbral, nos da remembranzas a discos de muchos años atrás, como Bark de Jefferson Airplane, y de los cuales Dominic Simper y Jay Watson, incluyeron remembranzas, ya que también son adictos a estos sonidos.
Innerspeaker mostró el camino de este proyecto y dio un gran sonido que levantaría alucinaciones sonoras para muchos amantes de la música. El disco se mantuvo entre los primeros 5 puestos de conteos de Pitchfork y ARIA charts, entre otros medios especializados. Las montañas del Parque Nacional Great Smoky, en Carolina del Norte (Ilustración de la portada), siempre se mantendrán como estandarte para un movimiento sonoro, y sobre, todo para la banda que desde ese momento mostró la grandeza y la autonomía que podían llevar con cada canción.