'High Violet' de The National: miedo a la vida adulta envuelto en una dulce melancolía
Aunque con expectativas bajas y comentarios donde mencionaban que estaba condenado al fracaso por sus melodías tristes y profundas, High Violet el quinto disco de estudio de la banda de Ohio, The National fue el parteaguas de los músicos, una gran producción que tenía antecesores como Alligator de 2005 y Boxer de 2007, pero que logró marcar el estilo de la agrupación liderada por Matt Berninger. Este 2020 el disco editado el 11 de Mayo de 2010 cumple una década y para rendirle homenaje no analizaremos cada una de las canciones como es común, sino que profundizaremos en cómo los temas comunes de ese año lograron influenciar uno de los grandes trabajos de The National.
El disco tiene tintes totalmente tristes y melancólicos en cada una de sus piezas, por ejemplo, el miedo a la vida adulta, hasta la forma de rezarle los seres queridos. La voz del barítono Berninger logra tener una gran penetración en cada verso que evoca a la vida en la calle y cómo el tiempo transcurre en cada uno de nuestros movimientos.
La banda ha declarado que este disco fue producido y grabado en total anonimato en un estudio en la ciudad de Nueva York, ya que necesitaban alejarse de su zona de confort pero a la vez entrar en el bullicio que genera el estrés, la pérdida de ilusiones y una vida que pasa tan rápido que casi es imperceptible, que los momentos son solo agonías diarias que tendrán un final como cualquier otro: el fin de cada persona.
The National acertadamente utiliza más instrumentos de cuerda y coros femeninos que realzan cada uno de los matices de Berninger para lograr que tema a tema —no baladas románticas o tristes canciones—, sino himnos de cada sentimiento negativo que se puede sentir.
Peter Katis, uno de los productores de este álbum ha afirmado que “Las canciones son destruidas cada día y milagrosamente, vuelven a resucitar. En algunas ocasiones son cien veces mejores y en otras no, y lo que hacen es volver atrás. Están, literalmente, re grabando las canciones una y otra vez, desechando los notables esfuerzos que hemos hecho para grabar cuerdas y vientos sólo porque las opiniones y las ideas cambian.” Debido a esto, 12 días después del lanzamiento oficial se agregó una edición de lujo con versiones en vivo y dos temas adicionales, retomando lo que mencionó Katis, que se quedaría en los siguientes trabajos de la banda.
El disco también suma muchos talentos como el caso de Bon Iver y Richie Reed Parry de Arcade Fire, quienes logran dar un toque más intenso resaltando las fobias y sentimientos negativos que cada uno de los miembros lograban expulsar en cada tema.
En la parte artística se muestra una escultura de Mark Fox, la cual tiene como nombre “The Binding Force” y que Berninger ha apoyado, además de mencionar que el amor que tiene sobre el arte es porque tiene “una forma letal de cautivar a los seres humanos”.
Un sofisticado y bien planeado álbum que llegó en una época donde ni la misma banda creía en sus convicciones, y que en forma de catarsis logró expulsar cada uno de sus miedos logrando alterar el curso del grupo (que se pensaba), iba hacia un lado comercial, pero que definió su línea para luchar por la pasión que tienen por la música y la conexión que eso genera entre el público y la banda.