Hoy,30 de agosto del 2015, surgió la noticia de que el neurólogo, Oliver Sacks, ha fallecido de cancer en el hígado a sus 82 años. Esta noticia me ha sacudido más de lo que me hubiera imaginado, no porque haya tenido contacto personal con Sacks; ni siquiera porque haya leído uno de sus libros en su totalidad, pero porque es un hombre cuyos logros y presencia se han manifestado en múltiples etapas de mi vida sin que yo haya estado del todo consciente de ello. Fue hace unos meses, en una junta de redacción de Ibero 90.9, que se discutió hacer una nota sobre él puesto que había anunciado que se alejaría a pasar sus últimos momentos en privacidad en vista de su diagnóstico terminal. En ese momento no ubicaba al hombre por nombre, pero mi mente inmediatamente acudió a una TED Talk de un hombre mayor, de barba blanca, que hablaba sobre el curioso caso de una mujer que alucinaba con la Rana René. Fue a partir de esa TED Talk, que probablemente vi durante mi ocioso año sabático que empecé a presumir en fiestas el entender que las alucinaciones no son lo mismo que los sueños, pues no pueden ser interpretadas en un nivel simbólico, sino que son, de alguna manera, manifestaciones de algún concepto que tenemos en la mente.
http://www.ted.com/talks/oliver_sacks_what_hallucination_reveals_about_our_minds?language=es
Durante la preparatoria tuvimos la opción de escoger una materia de ciencias sociales, y yo, aún con la esperanza de hacer cine en algún punto de mi vida, creía que la psicología sería útil para el desarrollo de personajes en mis futuras narrativas. La materia resultó ser un tedioso análisis de elementos biológicos, con algunas aproximaciones a la estructura social que de alguna manera moldea nuestra mente, pero lo que sí sobresalía en todos estos casos eran los estudios. Había un libro que se mencionaba frecuentemente en la clase que tenía el título más curioso, "El hombre que confundió a su esposa por un sombrero", y era con este ejemplo que se hablaba de los casos de estudio, de cómo las singularidades de ciertos pacientes terminan por ser a veces un referente de las anomalías o peculiaridades del funcionamiento de nuestro cerebro.
En un mal día puedo hacer una hora y cuarto a la universidad desde mi casa y de regreso ha habido días en los que el trayecto se ha extendido más allá de las dos horas. Me tardó unos dos meses empezar a recurrir a los podcasts como medio de entretenimiento durante el tráfico, y uno de los que sobresalió en el proceso de exploración fue RadioLab. Es en este podcast en el que escuché de nuevo la tiesa voz con el pesado acento inglés de Sacks, y en la que pude vincular a ese hombre de la TED Talk con la figura que recientemente había anunciado un retiro en sus últimos días. Y es que en este podcast hubo un episodio en el que se presentó una "última conversación" con Sacks en la que hablaba sobre su imparable curiosidad por el funcionamiento de la mente, incluso la de él mismo. Menciona que durante el tratamiento para el cáncer estaba escribiendo y de pronto notó un abrupto cambio en su escritura y comprendió que tuvo un breve lapsus de delirio; más que miedo o shock, Sacks analizó y documentó este fenómeno, porque ese es el tipo de cosas que le interesan y que ha puesto al alcance de la gente.
https://youtu.be/I2XgUJI1Fnw
Hablando de su vida amorsa, Sacks confesó que desde los 12 años sabía que era homosexual, pero los constantes errores en sus breves relaciones lo habían hecho renunciar a la idea del amor, por lo que pasó casi 35 años sin involucrarse en ningún tipo de relación amorosa. Fue ocho años antes de su muerte que su asistente le confesó seriamente "he concebido un profundo amor por usted". Algo similar me ha sucedido en todas estas breves apariciones que Sacks y su trabajo han tenido en mi vida. Su fascinación por lo anormal lo ha convertido en un detective de la mente, pero también en un humanista dispuesto a darle el tiempo y atención a cada caso y no tratar de encerrarlo en las cuadradas categorías de un diagnóstico. Es esta fuerza la que hace que el legado de Sacks se vuelva un tentador material de estudio, y sobre todas las cosas, un retrato de un hombre sobresaliente.