Guillermo Gómez-Peña es un artista fronterizo
Penachos y tatuajes, un sombrero de charro con un chaleco antibalas, la radio y el performance, el museo y el antimuseo. Guillermo Gómez-Peña es uno de los artistas contemporáneos más prolíficos desde los noventas. El cuerpo es su primer campo de acción desde el cual tira todo lo sacrílego sobre las identidades y nos plantea en sus transgresiones las formas en que éstas también se transmutan. También es parte del colectivo La pocha nostra, un grupo transdisciplinario que desde 1993 nació en Los Angeles e intenta borrar los límites entre arte y política.
Gómez Peña nació en la Ciudad de México, pero se fue a los Estados Unidos, y por ello, la frontera no solo es un espacio físico sino simbólico. Ha sido el vórtice de su práctica artística. En entrevista con Ibero 90.9 por su presentación en el Festival Aleph 2023, nos contó lo siguiente:
“La palabra frontera significa una división geopolítica entre países, para mí es una espiral donde convergen múltiples culturas, una matriz de posibilidades utópicas, la reinvención de la identidad [..] El performance y la literatura me ayudaron a recuperar la agencia y la ciudadanía que ambos países me habían negado y así me di cuenta que la frontera era una metáfora teórica muy útil para describir la situación de millones de huerfanitos del Estado-Nación de todo el mundo.”
La pandemia se convirtió en un nuevo espacio creativo para Gómez Peña, cuando por obligatoriedad los cuerpos debieron separarse, el utilizó la radio y la sonoridad para adentrarse a discutir las identidades dentro de las casas.
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Los debates sobre el colonialismo han afectado a una de sus instituciones insignia que es el museo. Gómez Peña desde el performance ha puesto en jaque en varias ocasiones esta institución cultural nacida justamente para el despliegue de los recursos obtenidos por los procesos colonizadores desde el Siglo XVI. Sobre ello en Una carta abierta al Museo del futuro (2021) es un performance digital en el cual el artista cuestiona:
“¿Por qué no hablamos con volumen alto en un museo?, ¿estamos intimidados o es por el respeto hacia los artistas del pasado? […] ¿estamos apenados de no decir algo “inteligente” o al menos tomarnos una selfie?”
Sobre la pregunta si el museo aún tiene sentido como institución o está por transformarse, Gómez-Peña dijo a Ibero 90.9:
“Veo al museo como una anti-institución pagana, desordenada, ruidosa… imperfecta, subversiva, indomable. Un espacio fluido, libre, vulnerable […] siempre será un sitio de contradicciones, para recuperar tu cuerpo, yo imagino un museo del futuro como un gimnasio para la imaginación. En el cual los poemas sirven como declaraciones curatoriales.”
Gómez-Peña lo absorbe todo y no le tema a la contradicción, la abraza como posibilidad retadora a la permanencia vendida falsamente por las instituciones arqueológicas de los Estado-Nación. Sus diferentes performances visibilizan las violencias institucionales con astucia.
No te pierdas el performance de Guillermo Gómez Peña durante el Festival El Aleph. The Pandemia Chronicles: A Divination Ritual (Crónicas de pandemia: Un ritual de adivinación) de La Pocha Nostra, que podrá verse el jueves 18 de mayo, a la 1 pm, en la Sala Carlos Chávez del Centro Cultural Universitario en la Ciudad de México.