Por: Oscar Pelaez "¿Cómo vivir en un mundo en el que uno no está de acuerdo? ¿Cómo vivir con la gente si uno no considera suyas ni sus penas ni sus alegrías? Si sabe que no es parte de ellos...” - La inmortalidad (Milan Kundera)
Todo el tiempo nos rodea esa idea tétrica de convertirnos en las personas que nunca nos gustaría ser, en esas personas maduras e insensibles que vemos en tiendas de autoservicio mirando revistas de moda con un miedo inmenso a ver la vida sin prejuicios. John Grant, con su tercer disco Grey Tickles, Black Pressure –editado por la disquera londinense Bella Union– muestra que tener 47 años y no poder controlar el futuro en la "crisis de la mediana edad" no es algo grave. El músico nacido en Denver, Colorado y que actualmente vive en Reykjavik, Islandia, muestra que ser una persona madura no es tan aburrido como parece.
Este álbum como solista parece ser el más alegre de su discografía. Su disco anterior Pale Green Ghosts habla de un pasado turbio y molesto en donde el músico se libera y declara abiertamente su homosexualidad, una constante depresión y su abuso con las drogas y el alcohol. Y por si faltaba poco, recientemente le habían diagnosticado VIH y aunque todo esto lo hacía público para exorcizarse, no se la estaba pasando nada bien, y se eso se vio reflejado en sus letras. "Well, I don't know that much about guns, /But I feel like I've been shot by one. /I am ashamed 'cause I don't know myself right now, /And I am 43" es parte del track “Why Don't You Love Me Anymore", que además en los coros tenía la cantante de Dublín Irlanda Sinéad O'Connor.
https://www.youtube.com/watch?v=Ux1fglC0aT0
En un opuesto, el nuevo disco es como ir a una fiesta donde el DJ te deja poner la canción que quieras. Y en la fiesta hay de todo: gente darks, señoras cuarentonas, hipsters y oficinistas. Asi que no sólo vas a escuchar a ABBA o Elton John, también a Loveage, Ministry y John Grant. Aunque el título del disco sea un tanto irónico, se refiere al miedo a la vida social madura. John Grant ha aprendido a disfrutar de la vida en general y después de todo lo sucedido, parece que por fin disfruta la vida; coloquialmente se diría que se "deschongó".
Musicalmente, Grant trae una clara influencia del industrial alemán de los noventa y en tracks como “Voodoo Doll” los sintetizadores hacen que se note. El track de "Black Blizzard" transporta a la tranquilidad de un lugar frío, en un invierno eterno, que bien el músico pudo haber escrito mientras se despertaba en la mañana y veía a través de su ventana el profundo blanco de Reykjavik. "Blue skies Sunday morning. /We welcome back our sun. /Maybe we'll have peace now. /The conquerors have won".
https://www.youtube.com/watch?v=-0QsMQZf1q4
En Grey Tickles, Black Pressure, John Grant destaca su voz de barítono, que se siente más sobria y tranquila que antes. Claro que su voz de crooner lo hace parecer más elegante que un barítono común; aunque John Grant no llega al extremo de usar pañuelo de lino y corbatas delgadas de seda como Morrissey, su estilo es más Depeche Mode. Grant usa una chamarra rompe vientos y camisas lisas, con una gran barba pelirroja; así es como deja en claro que su elegancia es más un estado mental.
Ahora que John Grant se siente cómodo con su sexualidad y los años le han dado una madurez muy cómica, es como si los búhos negros de la portada del álbum le hubieran arrancado la mirada y ahora ciego, se dedicara a hacer música para películas intensa, experimentales y oscuras. Grey Tickles, Black Pressure es una gran obra en la que Grant deja de pelear con la vida para tomar todo como viene.