Manifestantes y brigadistas denuncian gas lacrimógeno en marcha del 8M
Previo a la marcha del 8 de marzo por el Día Internacional de la Mujer, autoridades de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, dieron a conocer las medidas de seguridad que se implementarían. Ahí se detalló el despliegue de 3 mil policías y se destacó que no harían uso de gases químicos. De acuerdo con manifestantes y brigadistas sucedió lo contrario.
Asistentes a la marcha y el director de la Brigada Humanitaria de Paz Marabunta, contradicen la versión oficial. Brigada Marabunta es una Organización Civil que brinda apoyo y supervisa que se respeten los derechos humanos en manifestaciones. Particularmente, el director de la organización, Miguel Barrera expuso que en la marcha sí hubo presencia de gas lacrimógeno a través de un video difundido en redes.
Por su lado la subsecretaria de Desarrollo Institucional de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, Marcela Figueroa Franco aseguró que sus “protocolos únicamente contemplan el uso de equipos de protección personal, que son las rodilleras, coderas, casco, escudo; y sí, usamos el extinguidor –como ustedes saben– para atender ciertos conatos de incendio e, incluso incendios”.
Estudiantes de la Universidad Iberoamericana que asistieron a la marcha, han testificado que el uso de gas, supuestamente lacrimógeno, ocurrió sin agresión previa de las manifestantes: “Toda la marcha fue muy pacífica. Estaba con mis amigas y como éramos pocas e íbamos sin contingente decidimos adelantarnos al Zócalo, y fuimos de las primeras en llegar. Estábamos caminando en dirección al Palacio Nacional cuando aventaron gas lacrimógeno y nos dio directamente a los ojos”, dijo para Ibero 90.9 la estudiante identificada como Silvana Moncada.
“En ese momento no habían encapuchadas, todavía no comenzaban a tirar las vallas ni nada. Comenzó la agresión de los policias desde antes que sucediera eso con el Bloque Negro. Nos dió directamente a nosotras. Fue una experiencia horrible, ardía toda la piel, los ojos, la garganta. Las que nos ayudaban eran las otras mujeres que te aventaban pepto bismol con agua en los ojos y en la garganta”, añadió.
Este ocho de marzo, la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, volvió a mencionar en sus redes sociales que el personal femenino de seguridad no portaría gas de ningún tipo.
La #SSC informa: El personal femenino del #AgrupamientoAteneas no porta gas de ningún tipo, solo equipo de protección personal y extintores para mitigar cualquier incendio. https://t.co/328ehSi4mx
— SSC CDMX (@SSC_CDMX) March 8, 2022
En redes sociales, también fue difundido un video, donde el director de Brigada Marabunta muestra a cámaras las supuestas granadas de gas, aunque se desconoce el origen: “Esta es una granada. Lo que han hecho es quitarle el registro. Ya no aparece la clasificación para gas lacrimógeno CS, pero lo sentimos, al inhalarlo, en los ojos y en la piel. Es gas lacrimógeno. Vimos cómo salió de aquel lado de la valla. Es gas lacrimógeno. ¿Cómo decir que no? Esto un civil no lo puede tener, esto sale de una armería. Es para las corporaciones de seguridad, para dispersar multitudes, pero se explicó que no se iba a utilizar”, puntualizó Barrera.
El director de @BrigadaMarabunt, Miguel Barrera, explica el uso y afectaciones en la salud de las granadas de gas lacrimógeno utilizadas por elementos de la @SSC_CDMX , a las cuales les fue borrado el registro para dificultar su identificación. #8Marzo2022 pic.twitter.com/uY9ALSi3N2
— Red Rompe el Miedo (@RompeMiedo) March 9, 2022
Otra manifestante, Estefania Asencio Sánchez, compartió que se encontraba a unos metros de la Catedral Metropolitana cuando fue atacada con gas lacrimógeno. Después de recibir ayuda de un brigadista de Marabunta, comenzó a ofrecer su agua a otras afectadas.: “No estábamos haciendo nada, sólo estábamos llegando al Zócalo. No estábamos siendo violentas (...) Está repleto de este gas. Es muy innecesario, una exageración, y una manera de arruinarnos el día. Es el día del año que tenemos para llorar, para gritar, para enojarnos, para exigir derechos básicos, equidad, para ser escuchadas, y pues nos avientan eso (gas) para no poder ni hacer nuestros cantos”.
El uso del gas lacrimógenofue prohibido a nivel internacional en guerras por la Convención sobre Armas Químicas que entró en vigor en 1997. Las advertencias generales sobre uso indican que después de unos segundos de contacto la persona expuesta podrá experimentar irritación en los ojos, nariz, boca, piel y vías respiratorias. En casos más severos puede provocar vómito, diarrea, quemaduras en la piel y daños oculares graves, como edema estromal de la córnea.