Fuera de Campo #3: Wayne Rooney, "El chico malo del futbol inglés"

El partido está empatado a un gol y parece ser que ninguno de los 2 equipos podrá ganarlo. En una jugada rápida, vertical, de esas que se hacen tanto en la Liga Premier, Dimitar Berbatov conduce el balón por el centro del campo, toca para Giggs quien con una pared, le regresa la pelota al búlgaro que, encuentra a Rooney desmarcado jugando de poste para Schools. Sin dudarlo, el “Colorado” abre el balón a su derecha con Nani que envía un centro preciso al punto de penal… El número 10 de los Red Devils está de espaldas a la portería, observa el balón y, en instantes, decide hacer lo imposible… En medio de Micah Richards y Vincent Kompany, Rooney salta y con una chilena, anota el gol de la victoria a 10 minutos de finalizar ese aguerrido clásico de Manchester, del 12 de febrero de 2012. Old Trafford se rinde a los pies de su “Bad Boy”, el anotador del mejor gol que se haya hecho dentro de la Liga Premier inglesa. Como la mayoría de los grandes futbolistas, Wayne Mark Rooney debutó a temprana edad destacando con su regate brusco, su disparo de media y larga distancia, así como su inteligencia a la hora de definir las jugadas. Su talento e infinidad de goles que anotó en las categorías inferiores del Everton FC, hicieron que los procesos se adelantaran para ser un indiscutible del once titular de su entonces técnico, David Moyes, sin siquiera tener 18 años cumplidos. Dos temporadas le bastaron en Everton para ser vendido al Manchester United por 40 millones de euros (bajo rumores de peleas entre él y su entrenador), superando las trasferencias del mercado de ese entonces, como la del Barcelona por Samuel Eto´o, y la del Chelsea por Didier Drogba. El United adquiría a la joya más preciada de Europa en aquel verano del 2004.

El debut de “El Niño Malcriado” con los Red Devils se dio en la Liga de Campeones contra el Fenerbahçe  turco. En ese partido Rooney demostró con tres goles, la calidad y potencia que traía en sus botines. Los dos primeros goles fueron con disparos colocados y fuertes desde fuera del área que coronaron sendos contragolpes. El tercero fue un gol de tiro libre que sellaría el primer hat trick de su carrera. A sus escasos 19 años la canción de los Stone Roses, “I wanna be adored”,  bien pudo ser el soundtrack de ese debut soñado.

Con la selección de su país debutó con 17 años y pronto se hizo de la titularidad a pesar de las indisciplinas y expulsiones que ha sufrido en momentos clave a lo largo de su carrera, como la que tuvo en los cuartos de final del Mundial de Alemania 2006, cuando pisó a Ricardo Carvalho en la entrepierna o bien, cuando pateó ferozmente a Miodrag Džudović, en el último partido de las eliminatorias para la Euro 2012. Sin embargo, jugadores de sus características hay muy pocos y en eso coinciden Valdano, Wenger y Ferguson, por lo que Rooney es de esos jugadores a los que, regularmente, se les perdona todo. Afortunadamente para su carrera, el “Jabalí” poco a poco ha ido madurando.

Comparado con Paul Gascoigne, George Best y hasta con David Beckham, la prensa sensacionalista de su país no le ha dado muchos respiros y se sabe que es afecto a las apuestas, los casinos, las riñas y las mujeres. En el 2011, ante la pérdida de cabello que sufría y que se hizo del dominio público, decidió hacerse un implante anunciándolo a la prensa sin pudor: “Mi juego es perfecto y también quiero que mi cabello esté perfecto”.

Amagando o dribleando a los defensas rivales, marcando de penal, de fuera del área o de tiro libre, gritándole al árbitro o encarándose con sus rivales, Wayne Rooney será el encargado de comandar junto a su gran amigo Steven Gerrard, las aspiraciones de Inglaterra para poder ganar la Copa del Mundo de Brasil o, al menos, quedar en la memoria de los fanáticos ingleses a los que sin duda, les debe una actuación memorable en un torneo de esta envergadura…

 

Por: Irad León @IradLeon

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