Festival ArsFutura 2015 + Fotogalería

Músicos de academia enuncian los pormenores de la modernidad. Elementos aparentemente inconexos se amalgaman bajo el monzón vespertino. En lugar de revisitar a los clásicos desde las nuevas tecnologías, son los hijos del conservatorio adaptan sus métodos en función de un devenir que no se detiene nunca. Tres actos de vanguardia bajo un cielo gris interpretan la vida humana a la luz del capitalismo en el Teatro Ángela Peralta.

Jeffrey Zeigler

El ex chelista del Kronos Quartet apareció al filo de la hora pactada de la mano de su estuche. Su simplicidad es un preámbulo para la contraposición de naturalezas que será su acto. El músico que reside en Nueva York contrasta lo clásico de su formación y lo actual de las situaciones y de los motivos. Toca las cuatro cuerdas sobre paisajes sonoros que refieren a la vida moderna y hace una exploración sonora de las creencias la y la fé. Ha venido a presentar Something of Life (2014) su debut en solitario.

Lee las partituras desde un iPad en la que posiblemente tomó una foto o ingresó alguna vez a Facebook. Asemeja la técnica del slide del blues cuando introduce una baqueta entre una cuerda y el brazo. Experimenta con su cello como Kawabata Makoto lo hace con su guitarra. El músico vuelve protagonista de un collage sonoro de la modernidad a un instrumento inventado hace más de 350 años y que procesa electrónicamente.

Para este álbum Zeigler interpreta piezas de un puñado de músicos consolidados escritas para él. La canción elegida para abrir su acto y todo el festival es la que da nombre al disco lanzado a través de Innova Records. Compuesta por Glenn Kotche, baterista de Wilco, ilustra una ciudad cualquiera del mundo moderno mientras que “Babel (The Confusion Of Tongues)” de John Zorn, comunica sin palabras la ilusión eterna del entendimiento entre humanos. Las finísimas gotas de lluvia son complemento ideal para “Listen, Quiet”, composición de la italiana Paola Prestini que sobrepone un xilófono infantil y los tipos de una máquina de escribir siendo golpeados.

El dueto con un cello pregrabado en “Orbit” de Phillip Glass es el preámbulo para que el artista reciba a su invitado de la tarde. El compositor mexicano Felipe Perez Santiago que aparece para interpretar las piezas que compuso para el californiano; entre ellas está "Glaub", para la cual el capitalino también hizo el arte visual. Pareciera que las pantallas trasmiten el streaming en tiempo real de un Etch ‘a Sketch mientras un niño explora el giro de sus perillas. Las notas en reversa con delay de la Gibson SG que se suman a los sonidos afilados del violonchelo son los ingredientes para el último número que recuerda a la película Stalker (1979) del soviético Andreí Tarkovsky.

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Medeski + Clouser

El guitarrista nómada que ha adoptado a México como su hogar, Todd Clouser y el tecladista newyorkino John Medeski presentaron una pieza de arte efímero compuesta exclusivamente para su actuación dentro de este festival que los puso en el escenario a las 6 :30 de la tarde.

“What are you gonna do with all that money? What are you gonna do with all that money? What are you gonna do with all that money?”

Inmerso en una atmósfera azul/morada con tintes del color de las jacarandas, el líder de A Love Electric declama en su lengua materna. Recuerda el álbum de poemas musicalizados "An American Prayer (1978)" de Jim Morrison. Enuncia el acaparamiento de capital y del poder. Enumera los pensamientos de quien reflexiona al hombre sin juzgarlo. De entre el público aparece la cantante capitalina Reneé Mooi. Sube al escenario mientras sus jazzísticos lamentos vocales se suman a la textura de la obra sin modificarla. Acentúa durante algunos compases la zozobra del mundo moderno para luego desaparecer.

 “Do we have to beg? Do i have to lose my voice about it? Do I have to die?”

Por momento se asemeja a la lírica que enumera los vicios humanos en The Wall (1979) apoyado en escalas que evocan el sueño americano y su eventual transformación a pesadilla. El delay análogo en el piano eléctrico Rhodes de Medeski aporta la tensión instrumental sobre la que Clouser rasguea y canta notas caóticas. Uno se dedica a hipnotizar, el otro a reflexionar.

"It's not gone, it's just waiting somewhere we can't see".

Otro músico emerge del público, esta vez es un saxofonista que le pone sabor a "Two Suns In the Sunset" del Final Cut (1983) de Pink Floyd. Unos cuantos compases y su reverb le bastan para darle un matiz cálido al sonido. Después de esta intervención le siguió la intervención de otro músico desde el público. esta vez fue un trompetista cuya labor fue devolver el caos a los parlantes.

“You are not the calculated risk. You are not afraid. You are from no country. You are not consumer to a product. You are stardust. And when they shut them down the weekend came with bread and circus to the people”

Pareciera que estamos escuchando Allen Ginsberg leyendo su poema de 1955 "Howl". Como la obra del beatnik, esta pieza está divida en secciones que enumera sin sentenciar los sentimientos del hombre, de todos los hombres. Los gritos de una Mooi que pudo haber grabado "The Great Gig In The Sky". Denuncian sin juzgar. El segundo acto del festival termina con todos sus actores en escena. Celebran la vida y la total ausencia de fronteras de la música. El guitarrista inicia un conteo que se asemeja al de protesta por los 43 estudiantes desaparecidos. Llegan al 34 y termina.

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Murcof + Truffaz

El trompetista y compositor francés Erik Truffaz y el tijuanense Fernando Corona AKA Murcof son los encargados de ponerle fin a una tarde de reflexión sobre el camino transitado por el humano. Acompañados del mexicano Édgar Amor en la guitarra y sintetizadores y el productor y baterista Hernán Hecht. Presentan por primera vez su obra Being Human Being (2014) en Latinoamérica, que compusieron a partir de las ilustraciones y el trabajo de Enki Bilal.

El ambiente de circuitos y botones que propone la música de Murcof se establece como complemento a las texturas que aparecieron en las pantallas del teatro Angela Peralta: Pinceladas, poros del óleo color verde agua. Los murmullos de insectos electrónicos se organizan a partir de un ritmo forjado con golpes en una cazuelita por parte de Hecht. Todo acontece de menos a más.  Modulaciones de ondas se conjugan con la trompeta de Truffaz que modifica con su DM4 de Line 6.

Los cineastas del impresionismo francés como Abel Gance o Louis Delluc consideraban que el cine es "la música visual". Casi 100 años más tarde, la obra franco-mexicana comulga con esta definición. Las imágenes detallan motivos en una especie bosque post-industrial. Unas cuantas palabras dentro de las imágenes bastan para anclar la destrucción con su origen en la inconsciencia y despilfarro.

Pareciera una novela gráfica post- V De Venganza (1982) musicalizada. Un personaje recurrente de las ilustraciones llora sangre mientras Corona revisa la pantalla para prolongar el montaje rítmico de las imágenes. El ritmo se vuelve más predominante que las texturas medida que el gris deja lugar al color. "Animals we are. Human?"

Esta efímera agrupación multinacional de músicos es como un juglar en el cuerpo de un elefante que intenta comunicarse con su trompa y que anuncia la suave decadencia de la modernidad.  El suelo retumba durante su discurso salvaje y catártico. Tras alcanzar el clímax de la noche, la imagen vuelve al grano, vuelve al óleo toscamente aplicado en primerísimo plano, al color verde agua. Las pinceladas. Las células, luego las moléculas. Después los átomos de agua, el viento. La nada. El todo.

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La Guernica de Todd Terje: "Alfonso Muskedunder"

#Turnodelas3: Playlist del 13 de abril del 2015