Falta de apoyo para las trabajadoras sexuales en la CDMX
La Ciudad de México es un monstruo, alberga toda clase de personas y estatus sociales. La pandemia ha dejado a la urbe, vacía. Esto ha afectado sobre todo a los trabajadores informales, vulnerando su subsistencia y afectando sus dinámicas de trabajo. Entre ellos están las trabajadoras sexuales, que en su mayoría son mujeres. Mujeres trans, y en menor medida, hombres, se encuentran en estos momentos sin ingresos y muchas de estas personas, sin casa. Pues el cierre de los hoteles supuso el cierre de sus hogares.
Sin trabajo: no hay comida ni sustento que llevar a casa. Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer "Elisa Martínez", A.C. pelea todos los días por visibilizar las condiciones laborales y de salud a las que normalmente se enfrentan estas trabajadoras. Durante la pandemia COVID-19, generaron una carta con pliego petitorio a la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, y a Rosa Isela Rodríguez, Secretaria de Gobierno de la CDMX, para pedir poyo económico y despensas para las trabajadoras sexuales.
De acuerdo, a Arlen Palestina, representante legal de Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer "Elisa Martínez", las peticiones de dicho pliego fueron: “Una tarjeta de apoyo económico igualitario al seguro de desempleo durante tres meses, tres raciones de despensa por tres meses y un pequeño albergue ya que sabemos que más del 20 por ciento de las trabajadoras sexuales vive en los hoteles”.
La situación actual no sólo deja en desamparo económico, sino que, vulnera su derecho a la vivienda, por lo que muchas de las trabajadoras sexuales han tenido que dormir en la calle, lo que las pone en una situación de extremo riesgo no sólo por la inseguridad de la ciudad sino por la posibilidad eminente de contagiarse dado que el Valle de México, es el foco rojo de contagios por el COVID-19.
La Secretaría de Desarrollo Social de la Ciudad de México (SIBISO) fue la que quedo encargada de la entrega de apoyos a este sector de la población. Arlen Palestina indica que la logística y la organización para la entrega de los apoyos no era igualitaria. En primer lugar, porque a otras poblaciones vulnerables, la entrega de la tarjeta de apoyo venía acompañado de un kit de cuidado (cubrebocas, gel antibacterial, etc.) y una despensa, elementos que no fueron entregados a las trabajadoras sexuales.
En segundo lugar, no a todas las trabajadoras sexuales se les entregó la tarjeta con mil pesos, y en tercer lugar, durante la primera entrega que se llevó a cabo el viernes 3 de abril, se les pidieron documentos varios, entre ellos actas de nacimiento, para ser acreedoras al recurso. Sin embargo, como Arlen Palestina indica, esto demuestra un desconocimiento de las condiciones de vida de las trabajadoras sexuales, que muchas veces no cuentan con documentos.
Un sector importante a las que no se les dio el recurso, fueron a mujeres adultas mayores, que se denominan promotoras de salud, quienes son mujeres que ya no laboran como trabajadoras sexuales, pero sí acompañan, informan y establecen redes de ayuda para las trabajadoras sexuales activas, en conjunto con Brigada Callejera.
Arlen Palestina enfatiza que hubo una entrega de recursos diferenciados para quienes no entregaron documentación. La realidad es que muchas de ellas no tienen un comprobante de domicilio o ningún documento, porque ni siquiera fueron registradas en sus lugares de nacimiento o sus papeles se quedaron ahí. “Todo esto ya lo entienden algunos funcionarios de alto rango de la Ciudad de México, pero quiénes no, son la parte operativa. Porque les cruza el tema de la sexualidad y el tabú, […] Muchos de los funcionarios de SIBISO que bajaron a entregar tarjetas nos hacían comentarios ‘Hijole, con esta tarjeta no se puede comprar drogas’. ‘Mil pesos para ellas no son nada, ya que ganan como 15 mil pesos’. Demostrando un absurdo entre lo que las trabajadoras viven y lo que las personas piensan”.
El tema del tabú, la discriminación y la culpa social tienen un efecto sobre cómo se reparten los recursos. Además, lleva a vivir en la clandestinidad a muchas de las trabajadoras que por miedo no comunican libremente a sus familias o lugares donde viven cuál es su trabajo por miedo a ser juzgadas y rechazadas. Sin embargo, Arlen Palestina nos dice: “El 80% de estas trabajadoras son el principal sostenimiento de sus familias”. Palestina, detalla que a su vez, las tarjetas no entregan el dinero en completitud, es decir, que se quedan con fracciones del dinero cuando se hacen las compras y que no fue clara la licitación en cómo se decidió la entrega de dichos recursos. Lo cual hace cuestionar a la representante legal de la organización civil, la transparencia y un posible conflicto de interés o corrupción en la entrega de recursos.
La pérdida de un amigo
Jaime Montejo junto con Elvira Madrid, son fundadores de la Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer "Elisa Martínez", A.C. quienes por años han luchado contra gobiernos y estigmatizaciones de la sociedad para promover la salud y los derechos de las trabajadoras sexuales en uno de los puntos más álgidos de trabajo sexual y trata de personas, que es la zona de la Merced en la Ciudad de México.
Ante la situación de doble precarización durante la pandemia, los miembros de la organización civil acudieron no sólo a la negociación y entrega de recursos por parte del gobierno capitalino, sino también organizaron un campamento por dos semanas afuera del metro Revolución y un comedor para las trabajadoras, sin embargo, tuvo que clausurarse porque tanto Jaime Montejo como Elvira Madrid contrajeron COVID19.
Jaime Alberto Montejo tenía diabetes lo cual ocasionó que se complicará la enfermedad. La búsqueda de hospital fue una lucha perdida en varias ocasiones. Arlen Palestina relata:“Cuando llegaban los compañeros, la gente se estaba peleando en la entrada de urgencias para que atendieran a su familiar. Jaime Alberto duró dos días y dos noches buscando hospital, tuvo que regresar a casa. […] Fue hasta el 30 de abril en la mañana después de ocho horas de estar esperando, que obtiene una cama en el Hospital General de México en el área de Urgencias, hasta que falleció el 5 de mayo. […] Si el compañero se hubiera tratado en tiempo y en forma, no estaríamos hablando de su muerte”.
Las condiciones persistentes de vulnerabilidad. La desigualdad y las condiciones de vulnerabilidad afectan diferenciadamente durante esta contingencia. El desconocimiento que se traduce en insensibilidad al planificar proyectos de ayuda, hace urgente revalorar el papel primordial que tienen las organizaciones civiles que trabajan en campo con las distintas poblaciones y que conocen sus características y problemáticas.