Beats viscerales e hipnotizantes en Nocturne 1
Fotos cortesía de MUTEK MX
“Hace 15 años se podía sentir casi como la prehistoria en términos de desarrollo y globalización de la cultura del mundo hacia México y de México hacia el mundo. En ese lapso de tiempo hemos podido presenciar y contribuir a lo que conocemos actualmente como vida cultural de la ciudad, que es un momento crucial independientemente de todos los aspectos sociopolíticos. Esta generación post internet ha venido absorbiendo y asociando el festival de una manera mucho más intensa, orgánica y natural, debido al tipo de contenidos y al mensaje que enviamos, que es la creatividad digital, el uso de la tecnología como herramienta para crear”.
Damián Romero, Director General MUTEK México
Como cada año, MUTEK México no deja de sorprendernos. Su curaduría, sus diversas actividades, los diferentes foros y venues elegidos, y el talento, tanto mexicano como internacional, hacen de este, uno de los mejores festivales en nuestro país. Con 15 años de vida en Ciudad de México, se ha convertido en un momento muy importante cada año para aquellos que quieren ir más allá de lo convencional y que están en una búsqueda constante por descubrir sonidos nuevos y diferentes: aquellas propuestas que rompen la línea de lo establecido y amenazan con destruir el status quo, para reconstruir sobre esas ruinas un nuevo contexto artístico.
Para el Nocturne 1, una de las noches más esperadas por el público, regresamos a Fábrica, un complejo industrial que funciona muy bien para el montaje y ambiente del festival. El año pasado también fue la sede de los nocturnos, en donde se pudieron ver a artistas como Squarepusher. Quedó claro por qué ha sido elegido nuevamente como la sede para la edición número 15. Es el setting perfecto para presentar tecnología de vanguardia tanto sonora como visual.
Fue un gran viernes por la noche. Al término de la transmisión del cierre de #RadioMutek que Ibero 90.9 tuvo desde el venue, el recorrido por las tres salas sirvió para disfrutar de ciertos artistas en específico y para conocer a otros. Estos ofrecieron grandes sorpresas. Cabe recalcar que el audio de MUTEK MX es excelso. La calidad es suprema, como en cada edición, y este año no fue la excepción. La gente se regodeaba frente al line array del P.A., bailando y sintiendo con fuerza en el pecho esa sanadora vibración de frecuencias.
Primero, en la Sala C se presentó Bioluminik. La música de este artista, como se puede apreciar en su nombre, está inspirada en la naturaleza y en la estética del error, generada a través de código y electrónica. Las productoras mexicanas, Liz Gómez e Ivonne Valdez, presentaron un set de dark ambiente y atmósferas profundas. El escenario contaba con elementos de naturaleza y visuales líquidos, con texturas orgánicas y liberadoras. Aunque había muy poca gente en la sala a esa hora, las artistas capitalinas ofrecieron una buena presentación de su concepto. Habrá que estar pendientes de este par de creativas.
Cubenx arrancó más tarde de lo planeado en la Sala B. Este productor mexicano, de nombre César Urbina, presentó su nuevo trabajo Fractal City, con visuales en vivo realizados por Maotik, artista digital francés. Esta nueva obra es una oda al fin de las ciudades, con deconstrucción en las estructura y entropía urbana, llevando esto a sonido y visuales que combinan lo abstracto con la armonía y noise. Precisamente es es este el tipo de arte que tanto se aprecia en MUTEK, de parte de un gran talento nacional.
Todo iba fluyendo perfecto para la llegada de uno de los momentos más esperados de la noche: Apparat. A las 11:30 de la noche, la Sala A comenzó a retumbar con el live set de Sascha Ring, genio del IDM y parte fundamental de Moderat. Aquí es donde se pudo apreciar el montaje del escenario principal, que contaba con pantallas digitales a manera de monolitos negros, que una vez encendidos y en combinación con los densos beats de Apparat, atraparon al público. Este fue un set de electro muy fuerte e inteligente. Las texturas de Ring, llevadas de menos a más, generaban poco a poco un trance hipnótico, para entonces explotar y arrancar los gritos del público, que con mucha energía recibió al alemán. Este fue un dance floor fenomenal, especialmente por el trabajo de mezcla y la inteligente conexión de un momento a otro durante el set. El artista construía rítmicamente estos momentos, para entonces soltar diversas melodías con tonalidades que impactaron los sentimientos del espectador, más allá del baile. Hubo mucho dinamismo en esta presentación, con capa tras capa tras capa de sonido para atrapar, y brindar la estocada final con diversas armonías, llenas de la elegancia característica que se le reconocen al productor europeo. Una chulada.
Después, de vuelta en la Sala B se presentó Amnesia Scanner. Debo decir, con todo el cariño que tengo por Apparat, que este dueto alemán fue para mí, el acto favorito de la noche. Ville Haimala y Martti Kalliala volaron la cabeza del público con sus bajos profundos, sonidos duros, agresivos y un ataque experimental. Sus visuales, llenos de mensajes apocalípticos y de reflexión, caían perfecto con los impulsos sonoros de la dupla, un live set que no contaba con contemplaciones por nada, salvo por la propuesta y la provocación. Esta inteligente mezcla entre lo bailable y el noise-breakbeat fue una delicia: algo apreciable entre el público que bailaba y no dejaba de moverse aún fuera de beat. Estos genios rompieron con todo, lo masticaron, digirieron y lo arrojaron crudamente al público. Parecían retar a la audiencia, cuestionando cómo reaccionarían con lo recibido. Un juego de retroalimentación maravilloso entre artistas y audiencia. El público respondió muy bien, mostrándose satisfecho con lo vivido. Y es que esto es lo que nos enamoró de MUTEK: vanguardia en todo sentido, una experimentación sonora que pocos pueden generar.
En la misma Sala B, Errorsmith arrancó con su presentación. Su propuesta experimental y lo-fi fue muy celebrada por el público. Por otro lado, tras el set lleno de intensidad de Amnesia Scanner, lo presentado por el veterano Erik Wiegand, leyenda del dance, fue más relajado.
Al entrar a la sala, Prurient ya sonaba fuerte. El estadounidense Dominick Fernow parecía estar loco. Una locura hermosa. Doom, doom y más doom. Dark ambient. Texturas noise estridentes y una voz procesada, gritante y abrumadora, pero vulnerable. Se podía sentir la emoción sentimental del artista bajo estas capas de ruido y sonidos exageradamente densos. También conocido como Vatican Shadow, Fernow es el fundador de Hospital Productions, uno de los equipos más relevantes en el ambiente del noise experimental. Su propuesta fue oscura, dura, industrial y muy visceral. Él mismo ha descrito su estilo como “doom electronics”, es decir, sonidos y frecuencias que sofocan pero que aún así llevan a la reflexión. Más allá de cualquier estilo o etiqueta, Prurient tenía mucho que decir.
De manera personal, los artistas de la noche cumplieron con mis expectativas, y naturalmente, con las del público. Los gustos, como los colores. Este es un festival que ofrece una amplia gama de posibilidades sonoras y visuales, siempre con inteligencia, clase y talentos excepcionales. Un año más que escribo lo siguiente: larga vida a MUTEK México.