Como una eterna huida, de la sociedad, los estándares y de uno mismo; y en este escape, buscar algo indefinido que hace tiempo se perdió. Un álbum feroz de principio a fin que incluso en sus partes más sensibles muestra la descarga de energía de Sleater-Kinney: No Cities to Love (Sub Pop, 2015). https://www.youtube.com/watch?v=Cj2k3QsHmyM
El trío de Olympia, Washington, está de regreso, y mejor fermentado que un vino. Sleater-Kinney, la banda que en los noventas formó parte del riot grrrl (hardcore feminista de los 90s, tercera ola de feminismo en la escena del punk) y escena indie rock del pacífico, muestra su octavo álbum luego de desaparecer de la escena por 10 años.
No Cities to Love, la continuación de su álbum del 2005, The Woods (Sub Pop) es un álbum tan osado y hambriento como el de una banda que apenas comienza mezclado con la experiencia del trío. En octubre del año pasado, la banda anunció su regreso, y el disco fue grabado casi en secreto en San Francisco, Seattle y Portland, bajo la supervisión del productor John Goodmanson (Blonde Readhead, Blondie, Soundgarden). Sin querer, la disquera Sub Pop filtró el disco en diciembre, pero ya este enero el álbum estuvo en streaming oficialmente.
https://www.youtube.com/watch?v=QLwD1to3dZU
La banda muestra que sin importar los años, están cargadas de energía que se renueva constantemente. Las emociones están a flor de piel y en sus letras exploran más allá de los demás cliché, sino que se meten en cuestiones sociales e introspectivas. Claro, Sleater-Kinney siempre se ha caracterizado por ser una banda feminista de izquierda, pero en este álbum muestran una madurez reflejada en el escepticismo y empatía de la composición, con frases como “I’ve grown afraid of everything that I love” de “No Cities to Love”.
Las canciones son buenas, todas, con coros pegajosos en el mejor sentido de la palabra, y cada una llena de energía distinta. Con una duración de no mucho más de 3 minutos, la banda muestra una mezcla musical de riffs que exploran sonidos, ecos y distorsiones, bajos juguetones y la batería que suena como un llamado a una guerra moderna. Y la unión de las voces de Corin Tucker y Carrie Brownstein se entrelazan para formar himnos en cada coro. Las canciones como “Price Tag”, que muestra el día de la clase media en plena pesadez consumista; “Surface Envy”, que refleja el vuelo en unión de la banda; o “Bury Our Friend” son una muestra de la pelea continua de este trío contra el mundo.
https://www.youtube.com/watch?v=tRNDB9VqI3Q
No Cities to Love es una carta de la banda a sí mismas, a sus fans y a la música en sí. Es el reencuentro de uno mismo con una vida de busqueda y amor, donde la conciencia está a la espera de nuevos himnos ante la pesadilla del fin que todo el tiempo persigue a uno. “I sang a song of me”
Estas son las canciones del disco:
- Price Tag
- Fangless
- Surface Envy
- No Cities to Love
- A New Wave
- No Anthems
- Gimme Love
- Bury Our Friends
- Hey Darling
- Fade
https://www.youtube.com/watch?v=TWc6knXULsw&list=PLbOGt8cOph4Ux9cY0YOOLF7aPCDqiwLls