La identidad se presenta como algo fundamental en la existencia. Por eso necesitamos de nombres propios, banderas, uniformes o libros que hablen de alguien capaz de curar a los leprosos. A final de cuentas, somos seres gregarios, que encuentran abrumador el no sentir una mano en el hombro, voces de aliento o simplemente el sonido de una risa familiar. Las características compartidas cobran un valor extra, son catalizadores de convivencia y de vivencias. ¿Qué pasa entonces cuando no se quiere portar un solo estandarte, en ese instante en que la identidad parece estar fragmentada por completo? De Algiers sabemos que tienen su origen en la política. No tanto en una institución, sino en la desilusión. Cuando las ganas de gritar algo son tan grandes, a pesar de que el silencio sea lo más sensato, es la motivación de la que se surge un trío que nació en Atlanta. Desde el nombre podemos observar el sincretismo: Algiers es el anglosajón de Algeria, ese territorio riquísimo en cultura donde los bereberes —un grupo étnico esparcido por el continente africano— construyeron algunos de los monumentos más antiguos de la humanidad; donde el islam ha permeado en la sociedad, así como la presencia española, la ocupación francesa o una revolución que inspiró a cubanos y mozambiqueños por igual. Un nombre ad hoc, para una agrupación única en su tipo. Sui generis, si queremos continuar con los latinismos.

Franklin James Fisher quizá no sea el vocalista más reconocido. Después de todo, Algiers apenas tiene dos álbumes en su haber. Pero hay algo que parece indicar que su nombre se escuchará más a menudo. Mientras estudiaba en el Reino Unido, George W. Bush ordenó la invasión a Irak. Esto, según sus propias palabras, significó algo sumamente relevante en su vida, pues lo politizó. Y cuando tú mismo te describes como politizado, y perteneces a un acto público, el discurso que manejarás deberá estarlo por igual. Así llegamos al primer aspecto de la identidad de Algiers: el discurso. Un enaltecimiento de las revoluciones, de los pensamientos diferentes, del reconocimiento del otro a través de uno mismo. Y de su entendimiento, por supuesto.

Aunado a esta ideología, Fisher tenía un pasado musical. Su abuelo había participado en un conjunto de gospel en los años 30, y aunque él y su familia pertenecían a una iglesia de predominancia blanca, había domingos en los que era despertado por la música que habían escuchado sus padres. Y sí, era gospel. Cualquiera que haya escuchado ese particular estilo, sabrá que no se olvida fácil. A final de cuentas, fue hecho para ser recordado, para plasmar mensajes. Por supuesto que eso quedó impregnado en el que años después sería vocalista de Algiers.

https://www.youtube.com/watch?v=lGZXzmM1smM

Pero la música gospel, es de nicho. Sólo algunos son versados en el tema. ¿Podría una banda de gospel, brindar el impacto discursivo que se buscaba? Lo más probable es que no. El segundo aspecto importante de Algiers cobra sentido aquí: la diversidad.

Musicalmente parecen indescriptibles. Es un ejercicio de recolección que bien se puede hacer. Cada uno tendrá una opinión. Algunos recuerdan a Tunde Adebimpe de TV On the Radio; otros más a esa agrupación de no-wave que catapultaría a Nick Cave como uno de los frontmen más relevantes de su generación: The Birthday Party; alguien más dirá que tienen mucho del industrial alemán o el post-punk de los 70. Cada quien puede escoger su combinación preferida. Lo cierto es que Algiers suenan a ellos mismos; directos, abrasivos y extrañamente, agradables. Es diversidad que se convierte en particularidad, una hazaña casi imposible en el océano de propuestas musicales.

https://www.youtube.com/watch?v=c_x6UOZjWU4

The Underside of Power es un segundo disco de los que no incomoda mencionar en entrevistas. Más bien, es una producción que hay que presumir. Desde el primer tema “Walk Like a Panther”, se puede inferir que será una aventura musical. Quizá no sea para todos, es la densidad de una propuesta diferente lo que lo hace selecto. No es más R&B que parece sacado de un molde distribuido por Soundcloud para todos los muchachos de 16 años que acaban de descubrir como utilizar ProTools. Tampoco son los niños que quedaron fascinados por la historia de Ian Curtis e intentan emular su voz con una línea de bajo profunda y reiterativa. Mucho menos tienen la alegría de James Brown sobre el escenario. Pero no necesitan de esos estereotipos, Algiers se sostienen por sí mismos.

El tercer punto clave para Algiers, es la madurez. No son adolescentes de 17 años que juegan a ser rockstars. La experiencia que sólo otorga la vida misma, se ve reflejada en la manera de construir un proyecto. Ya pasados de los 30, saben que los pies deben estar en la tierra, y las manos y el discurso en los aires.

Discurso, diversidad y madurez se conjugan para hacer de Algiers uno de los proyectos más emocionantes en el panorama actual. No importa si los fragmentos son muchos cuando se tiene bien definido quién se es. Suenan frescos, inspiradores y distintos, a lo que debe sonar una revolución de cualquier tipo. Y queramos o no, estos son tiempos para ello. Por todo eso, Algiers es una banda que llega en el momento exacto. El 2017 es su año y los escenarios son el área de batalla.

Sumémonos a Fisher y compañía, defendamos los ideales, la pluralidad y tengamos listos estandartes y audífonos con The Underside of Power.

Y que nunca, nuestras palabras, se conviertan en el llanto de los mártires.

https://www.youtube.com/watch?v=8xDDCxodgIs