El arte es nuestra voz más antigua; primitiva y empapada de sabiduría. Se puede decir que una obra es un fragmento de un grito eterno, deseoso de fundirse con el cosmos ¿Qué define la esencia de un artista? ¿Es acaso su obra? ¿Su permanencia a través del tiempo?
En el mundo del arte, la observación que realiza un simple mortal oscila entre la sorpresa y el reconocimiento. Todo aquello que es posible únicamente existe dentro de los límites de lo que ya fue y siempre ha sido. Paul McCartney en New se dedicó a pararse frente a un auditorio y sin hablar, logró un silencio lleno de paz. Prosiguió a hablar con una inmensa sabiduría, la cual no parece dejar de estar presente. “Show that you care/ And be certain you don't fight it /You must appreciate the day”.
Después de ser proclamado como el caballero de brillante armadura salvador de la música, que en realidad es, Paul desciende a un plano musical entrañable y extrañamente familiar. A pesar de tener un sabor nostálgico; New se puede tomar incluso como un título sarcástico para el álbum. McCartney en realidad no hace más que construir dentro de su propio arte.
http://youtu.be/h8fvjktqVpk
Coincide que Paul es un pilar terrenal en la música de los siglos XX y XXI; por eso parece un hito de creación pura. Se trata de un viejo sabio reordenando sus técnicas e ideas; pocos tienen el privilegio de pertenecer al club de las leyendas vivas del rock. De ser Paul McCartney habría que dedicarle por lo menos unos cinco minutos al día para caer en cuenta de que en efecto uno es de los músicos más relevantes de la historia moderna.
New no es una estrategia fríamente calculada para sumergirse de nuevo en el mundo actual y activo de la música. McCartney suena actual porque todo aquello que tocó en otros tiempos evolucionó en la música de hoy en día. Paul no tiene la necesidad de adaptarse a la industria musical de hoy.
“Early days” sabe a esos momentos del principio de The Beatles. Esa batalla épica que todas las bandas tienen que superar antes de llegar a la cima, o caer al concreto con las cuerdas rotas. Aquí, Paul nos abre su corazón y mente, hablando de esa historia que resuena con gran amor. “Two Guitars on Our Backs” es claramente un recuerdo a John y él, peleando para poder salir adelante en el mundo de la música y el arte. “These sweet memories are friends from the past”.
Latidos de blues, ondulaciones de rock pesado, torceduras electrónicas y un sin fin de sinestesias literarias que resulta en una meditación sobre un trabajo realizado para reapropiarse de la imagen de uno mismo. Paul McCartney sí es un semi dios del rock, pero también es su propio artista.
Paul McCartney no es un artista por su presencia en la historia o sus reconocimientos. Es un artista porque busca el reencuentro consigo mismo. Quiere crear de nuevo sobre lo que ya compuso. Y un artista transgrede, se mete bajo la piel y cambia los ángulos con los que se ve el mundo.
El disco físico del extracto lo pueden encontrar en la Roma Records, que se encuentra en Álvaro Obregón 200, Colonia Roma. Para más información visiten su sitio web: laromarecords.com