La noche del 15 de diciembre, el proyecto multinacional liderado por Anika Henderson, ofreció una cátedra de cómo jugar con la improvisación y esculpir con matices lúgubres, los sonidos que emanaban de la experimentación de Hugo Quezada, Amon Melgarejo y Martin Thulin.
Estamos acostumbrados a vivir en una sociedad que demanda orden y procesos. Que el flujo de las palabras tenga coherencia y congruencia. Toda pregunta debe tener una respuesta y el diálogo debe tener ritmo. Al final, todo, dicen por ahí “debe” tener un orden.
Exploded View no conoce estos preceptos. Su música puede describirse en una palabra: caos. Sin embargo, cuando el cauce de sonidos impredecibles encuentra un orden dentro de ese conjunto de disparos sonoros aleatorios, el desconcierto puede ser deleitante.
El sonido orgánico del álbum Exploded View mantiene su esencia en vivo y frente a una audiencia que disfruta de distorsionados sintetizadores y la inquietante presencia de Anika, que a diferencia de otros frontman, ella domina la tarima y el micrófono con sutiles movimientos y delicados trazos vocales.
“Lost Illusions” fue de los primeros tracks en cubrir la atmósfera del foro que se esconde bajo el Circuito Interior de la Ciudad de México. Con un bajo que vibró las entrañas de esta arteria vial y que soportó las experimentaciones electrónicas que reverberaban en “Orlando” y “No More Parties In The Attic”, hasta culminar con una de las canciones que 90.9 consideró en su Abecedario 909 y que con el título “Gimme Something” acercaba al final del íntimo show del cuarteto.
Fotografías por Yéred García.