Quizá una de las acciones más difíciles sea ponerse en los zapatos de alguien más. Una entrevista es un intento, es romper la idealización generada por las lecturas, la imagen y la fama de una persona, con el fin de comprender mejor la complejidad de alguien. La entrevista con Sharon Van Etten sirvió para eso y más.
Yo ya era fan de varios años de Van Etten, pero para realizar la entrevista decidí estudiar varias otras, donde percibía una mujer abierta, que era dulce pero también repetía muchas respuestas por recibir siempre las mismas preguntas. Traté de evitar los cuestionamiento comunes y hacer esta conversación única. Quizá el resultado no fue acertadísimo, pero el aprendizaje fue excelso.
Después de un breve saludo donde hablamos de su gira y lo cansado que es ésta, hablamos sobre su última producción, titulada Are We There (Jagjaguwar, 2014) y editada por Jagjaguwar. Los álbumes de Van Etten siempre tienen un nombre particular: Because I was in Love (Language of Stone, 2009), para justificar la tristeza de las canciones incluidas; epic (Ba Da Bing, 2010), para jugar con el hecho de que el disco es muy tranquilo y no convencionalmente épico (por eso la e minúscula); y Tramp (Jagjaguwar, 2012), haciendo alusión a que no tenía hogar cuando estuvo grabando el disco (tramp en inglés puede traducirse como vagabundo). Ésta fue su respuesta:
Are We There es otro juego de palabras con la frase “are we there yet?” [¿ya llegamos?], como cuando estás en un viaje de niño y le preguntas a tus padres si ya llegaron. La portada del disco es una amiga conduciendo un coche mientras grita por la ventana. Todo el disco fue escrito durante los dos años que estuve de gira con Tramp, mientras trataba de mantener una relación estable. Por lo tanto, es sobre el paralelo de cómo puedes estar en una relación enriquecedora mientras estás nueve meses de viaje, y las dificultades de viajar pero también sobre querer estar en el hogar. Es sobre un tiempo de transición e introspección.
Quizá estos contrastes sean parte esencial de la música de Van Etten. Desde epic, la nativa de Nueva York parece encontrar un balance entre la desolación y el optimismo, entre la amargura y el alivio, pues sus discos parecen estar plagados de estas emociones tan distantes. Para esto ayudan sus letras, que siempre se sienten como dagas penetrando el cuerpo. Cuando le pregunté sobre éstas, me respondió esto:
Usualmente escribo desde un hilo de conciencia. En realidad no sé muy bien sobre qué escribo en el momento, pero usualmente es cuando estoy pasando por un momento intenso y emotivo, y no sé como lidiar con emociones, así que aprieto “grabar”, toco por como 10 minutos y lo saco todo. Nunca he sido muy buena para comunicar mis emociones y así es como lidio con ellas. 99% del tiempo no comparto esto porque son cosas muy personales, pero las veces que he intentado compartirlo con los demás es cuando creo que hay una idea universal detrás de ella, a pesar de que provenga de un lugar personal, creo que si es muy personal entonces el escucha no se relacionará con ella de su propia manera.
Desde aquí tenemos un par de vistazos a la humildad de Sharon Van Etten, que se admite torpe emocionalmente, que le da una propiedad ligeramente abierta y aleatoria a sus letras. Definitivamente es una cantautora con sencillez, que busca el cercenar metafórico del cuerpo a través de la profundidad lírica y simpleza musical. Como muestra, un botón:
Pero fue después de estas preguntas cuando me di cuenta que en realidad idealicé a la cantautora de una manera infantil, como si su conocimiento fuese a ser algo revelador. Esto se fue haciendo más evidente, en especial cuando le pregunté sobre una canción en particular de su nuevo disco, titulada “Our Love”. Esta es la historia tras la pieza:
Escribí esa canción cuando leía un libro de Murakami, The Wind-Up Bird Chronicle [Crónica del Pájaro que le da la Vuelta al Mundo] y era en un tiempo donde sufría en una relación porque estaba de gira muchísimo, y discutíamos bastante. Él decía que ponía mi carrera sobre la relación, pero la ironía es que se enamoró de mí por perseguir mi carrera musical y no darme por vencida durante 10 años. Y ahora que estoy comenzando a tener éxito, en realidad nos estaba separando, así que le pregunté: ‘Si todas las razones por las cuales te enamoraste de mí son las razones por las que no quieres estar conmigo, ¿por qué quieres estar conmigo?’. Lo pensó por mucho tiempo y me dijo “Eres genuina” [You’re genuine], pero lo dijo como un insulto. Entonces terminé la conversación, tomé un respiro, me dirigí al otro cuarto y escribí esta canción
Es difícil pensar cómo una persona desconocida comparte con otro desconocido conflictos tan personales, tenerlos tan a flor de piel que es posible sacarlos y compartirlos como anécdotas requiere un temple especial, ya no digamos ponerlo en una canción que se debe tocar constantemente en una gira. Van Etten logra tomar toda esta tristeza y dejarla en un lugar donde otra persona la puede recoger, donde cada quien interpreta la música a su placer y, aunque tenga dejos de tristeza, uno no puede sino sucumbir ante sus encantos, provoque o no provoque. Por último vale la pena resaltar, nuevamente, la inmensa honestidad de esta artista, su capacidad de ser excelsa pero no a lo grande, sino con gracia e inocencia. Cuando hablamos de sus tatuajes, después de platicarme de todos, me habló del primero, el que más vergüenza le da. No obstante, a mí me pareció el más dulce:
[Después de platicarme todos sus tatuajes] Por último, y este es un poco vergonzoso, está mi primer tatuaje, es un hada en la parte de atras de mi brazo. En ese momento las hadas significaban mucho para mí porque cuando crecía mi mamá ponía dibujos de hadas en todo mi cuarto, y todavía tengo un sueño recurrente en el que me hago un hada y empiezo a barrer. Mi mamá siempre decía que cada hada tiene un trabajo y tarea específica, un hada hace caer las hojas de los árboles, otra hace que caiga nieve, y crecí con la idea de que todas las hadas tienen un propósito. Mi amigo en Tennessee diseñó este tatuaje y me lo hice cuando tenía 18 o 19.
No sabía bien qué decir en esos momentos y sólo quedé impactado por su sinceridad. La plática siguió y la conversación terminó de manera muy amable. Si algo quedó claro, es que Sharon Van Etten es una artista cuya sinceridad no se limita al ámbito artístico, sino que lo lleva siempre con ella, es algo de sí. Esta entrevista fue un ejercicio en complejidad, en comprender que, al final, todos seguimos siendo personas comunes, con conflictos y complejos, pero nunca nos rezagamos ni nos pegamos en el pecho, nos levantamos y seguimos adelante. Escuchen la entrevista completa aquí: