De entre los varios males venideros respecto a la Reforma Energética, es necesario hacer un tipo de espacio, y hasta apología, a la banalidad.
En los días previos a la votación de la Reforma Energética en la cámara de diputados, casi sin importar qué círculos uno frecuenta en internet, el comentario general en las redes sociales pandeaba entre fútbol, Jenni Rivera y el clima político nacional. Aparentemente, esto fue causa de indignación en varios sectores, pues ¿cómo es que las redes sociales, espacio bautizado por nadie en particular para discutir temas de índole social, comente sobre “nimiedades” como la Selección Nacional o una cantante?
Por si la ironía no fue clara en la pregunta anterior, explico que las redes sociales jamás fueron concebidas con una idea de discusión seria o avance social. Me parece que la confusión surge a raíz de la utilización de éstas en los movimientos árabes de resistencia civil. Debido a que plataformas como Twitter o Facebook fueron utilizadas con estos fines, no utilizarlas de este modo sería un desperdicio de cerebro y tecnología.
En primer lugar se debe señalar que el papel de las redes en estos movimientos árabes es sumamente discutible. En segundo, no es válido comparar las necesidades del pueblo árabe con la situación política mexicana. Son contextos diferentes cuya utilización de la tecnología varía. Por último, valdría la pena cuestionar cuál es la necesidad de discutir estos temas en un espacio tan cerrado como Facebook o Twitter.
La molestia detrás de la falta de discusión de temas como la Reforma Energética en plataformas web esconde un complejo de superioridad por parte de aquellos que se ostentan como “conocedores” y “revolucionarios”. ¿Por qué inducir a la homogeneización de un tema en un lugar extenso y variado como las redes sociales? No es cuestión de banalizar la internet y hacerla ajena a la seriedad, pero es aceptar que aquí confluyen todo tipo de ideas y actitudes.
El hecho de comportarse banalmente en la internet no implica un desgaste intelectual en la vida real. Del mismo modo, discutir algún tema importante de la Reforma Energética en twitter no te hace un analista político, la prueba está en que, al preguntarle a una de estas personas cuáles eran, en su opinión, los puntos más importantes de la Reforma, no me supo contestar ni uno.
Antes de preguntarse ¿Por qué no se discute un tema como la Reforma Energética en Twitter? Deberíamos de preguntarnos, ¿cuál es el fin de que se discutan temas relevantes en las redes sociales?