"El rock no es contracultura, es mi cultura": entrevista a Jaime López

Por: Misael Canales(@MisanrolL)

En vísperas del concierto que dará Jaime López el próximo 6 de octubre en el Lunario del Auditorio Nacional, el cantautor mexicano se dio el tiempo para platicar con Misael Canales (Mercado Negro) y contarnos qué tiene preparado para esa noche, qué música le gusta y por qué siempre será un gran rocanrolero sin importar la edad.

Jaime López empezó a hacer música antes de los 14 años y prácticamente le tocó vivir la evolución del rock nacional, desde los Rupestres hasta el boom del Rock en tu Idioma y el denominado Indie. Todos estos cambios lo llevaron a tocar en peñas, hoyos fonqui o en el Auditorio Nacional, y a pesar de ser “ajonjolí de todos los moles” y subirse a dar palomazos a diestra y siniestra, ésta es la primera vez que tocará solo en el Lunario... bueno no tan solo.

Misael: Por ahí estaba viendo y ya publicaste los nombres de algunos invitados para tu presentación, ¿por qué escogiste a esos cinco personajes?

Jaime López: Bueno porque hay una admiración mutua. Cecilia Toussaint es obvio, aparte de que es a la que conozco de más tiempo atrás y me sigue gustando lo que hace. Con Lino Nava hace poco palomeamos junto a Alex Lora en el Teatro Cantoral y fue una muy buena experiencia. También estará RenéBluesboy”... con él siempre ha habido ganas, no sólo de palomear, sino de incluírlo formalmente en el grupo y se me hace uno de los mejores armoniquistas que he oído y con el que he alternado, sino es que el mejor. Por otro lado, Alonso Arreola siempre ha sido toda una… ¿qué te diré?… pues más una persona que un personaje muy entrañable que me ha invitado a muchos de sus experimentos y pocas veces lo he invitado yo, esta vez no lo invité precisamente en el bajo sino como DJ. Fernando Rivera Calderón igual es una gente afable y me gusta mucho su trabajo. Hasta ahí nomás porque tampoco se trata de que esto sea un carnaval de carnavales.

M: Con tantos años de experiencia has pisado muchos escenarios y cada gira tiene un nombre diferente, esta vez la llamaste Divo y enchufado, ¿por qué ese nombre?

JL: Es lo primero que se me ocurrió, de hecho fue un lapsus, iba a ser “en vivo y desenchufado” que es regularmente lo que presento, pero salió gracias a ese lapsus: me traicionó el inconsciente. Será que el “divo” realmente es mi ventrílocuo y yo soy su humilde servidor, entonces dije va: Divo. Y “enchufado” porque en esta experiencia con Federico Robledo que empezó más bien fotografiándome, alguna vez me recordó que él era baterista y bueno por ahí una emergencia saltó a la cancha y es un muy buen baterista, a la vez me presentó a Jorge Lang en el bajo y dije “pues ya estamos enchufados”.

M: Y el Divo tiene que ver con tu personalidad o acaso con el Divo de Juárez ¿A qué se debe esta palabra?

JL: Pues es simplemente un lapsus, por ahí dicen que entre broma y broma la verdad se asoma y es hora de aceptarme como tal. Ya salí del closet, si Juan Gabriel lo hizo por qué yo no. De hecho yo lo empuje, le dije: vas tú primero porque a mí me gana la risa.

Hablando del divo de Juárez…

JL: Una parte de mi infancia yo la viví en Juárez y resultó que éramos prácticamente vecinos del mismo barrio. Alguna vez lo conocí en Madrid, en un lugarcillo en donde casualmente cayó por ahí y estuvimos platicando. Precisamente hablamos de la Lerdo y la Mariscala, la 16 de septiembre cuando a principios de los ‘60, finales de los ‘50, pues aquí era otra cosa y no por lo que hoy se ha vuelto famosa Ciudad Juárez; lástima porque tiene una gran historia esa ciudad. La violencia parece que es lo que vende, a Juan Gabriel le costó muchos años poner en alto el nombre de Juárez y mira cómo bastaron algunos años nada más para que se impusiera lo otro. Creo que es peor estar vendiendo eso a nivel periódico.

M: Realizaste una pequeña dinámica para regalar boletos en donde tenían que subir algún video cantando una de tus canciones. Lo que yo vi fue que había muchos niños en esos videos.

JL: Pues mira sí efectivamente, yo creo que estos niños eran unas ecuaciones genéticas hace no muchos años, pero qué bueno que las matemáticas se imponen. Desde muy pequeño a mí también me sucedió que mis relaciones eran con personas más grandes, de hecho hasta que casi cumpli los 40 fue que personas de mi edad comenzaron a oírme y a ir a mis tocadas. Yo casi siempre tuve una relación natural con las personas o más grandes o más jóvenes. Digo, al paso del tiempo hay una edad en la que ya somos contemporáneos, pero pues me da alegría que no haya esas brechas generacionales, ya no digo brechas, ¡abismos generacionales!, que por lo menos en el tiempo que a mí me tocó ser adolescente sí era muy pronunciado.

M: ¿Y qué piensas de esos niños cantando tus canciones?

JL: Bueno pues pobres de sus papás van a gastar mucho en psicólogos. Bueno espero que por lo menos se diviertan. Y en lo personal desde luego es una emoción, no sólo que un niño sino que otra persona cante una canción tuya y más cuando a veces vas –no necesariamente de incógnito digamos en un microbus– sino que da la casualidad que sucede, a veces porque yo sí voy en tren no voy en avión, entonces viajo constantemente en el Metro y a veces oigo por ahí tarareando y uno empieza en estas cosas por esto, descomponiendo: empiezas a componer, luego te descomponen y échense una composición y alrato pasa que ahora sí “entre gitanos no nos leemos la mano” y sucede lo de Café Tacvba con la “Chilanga Banda”, que en determinado momento hicieron su propia no-versión, sino su propia composición. Entonces a mí sí me emociona porque me dedico a algo que es más que nada material de hacer canciones, y tengan la edad que tengan yo así empecé. Yo recuerdo cuando escuché a Cuco Sánchez cuando era muy pequeño y cantaba aquella de “La cama de piedra”, por ejemplo, que decía: “subí a la sala del crimen / le pregunté el presidente: / que si es delito el quererte, / que me sentencien a muerte.”

Yo siempre entendía en vez de “la sala”, “las alas del crimen”, entonces qué locura. Aparte de la composición, uno compone lo que luego se vuelve a descomponer, es una especie de como lo llaman los que estudiaron, dialéctica y mientras está uno en ese factor pues es señal que andas vivo... y divo, por qué no.

M: Mencionabas algo de las brechas generacionales y precisamente con todos estos años que han pasado, ¿qué opinas de la música, cómo compones, cómo te acercas al género rock y te alejas?

JL: Bueno en realidad lo del rock es muy aparente porque a final de cuentas no lo determinan dos o tres opiniones o un ambiente un tanto monolítico, pero yo nací cuando el rock prácticamente se gestaba y me tocó presenciar que algo muy abierto y muy complejo, que te disparaba hacia otras realidades musicales y culturales, también te regresaba. Cuando regresabas al rock volvías reforzado por todo ese conocimiento al que te disparaba el rock. Entonces para mí nunca ha sido el rock una subcultura ni una contracultura, para mí es mi cultura y a veces es aparente que yo esté alejado del rock, pero eso es muy relativo. Cuando empecé a componer es cierto que a veces el mero ejercicio de estar encontrando una canción me llevaba a clavarme en la pura literatura, pero cuando yo regresaba a la música regresaba reforzado. El teatro y otras disciplinas, digamos otros géneros literarios, me han solbventado en esto de hacer canciones e insisto, para mí sí fue el rock lo que me empujó a esto e irónicamente lo primero que hice fue un bolero, pero el rock ya estaba ahí.

¿Cómo veo esto a la distancia? Pues mira, hay gente que dice que el rock ha muerto y yo siempre les contesto: “no, tú estás muerto para el rock, ¡el rock no ha muerto! Sino, sería un fanático que en determinado momento diría ¡Viva el rock! y punto. No, yo creo que el rock tiene más que una edad y afortunadamente me tocó vivirla como niño, como adolescente, como joven, como middle age –por no decir adulto o madurón– y ahora que ya me encamino gustosamente a la vejez, el chiste es encontrar el punto de convivencia entre las diferentes edades.

M: Recién acabas de publicar tu disco Di no a la Yoga en donde combinas diferentes géneros y nombras a tu banda como Hotel Garage, ¿por qué este nombre para tus músicos?

JL: Porque yo igual que nací cuando el rock nacía, toda mi infancia y gran parte de mi vida ha sido andar de hotel en hotel, metafóricamente o un hecho. El Hotel Garage lleva dos acepciones; una la del hotel en sí y otra la de algo que se puso de moda, el rock garage que yo lo viví igual desde el principio cuando llegué a esta ciudad a finales de los ‘60, principios de los ‘70, el garage era realmente el útero en los que nos solíamos reunir toda la bola de dispersos. Además de que esa tipografía clásica del hotel se ha hecho muy entrañable. Además de alguna manera el ser miembro de Hotel Garage a mí me relajaba por el peso que simplemente una persona como tal puede ser a veces el blanco de varios tiros.

M: ¿Eres cantautor urbano?

JL: Yo creo en el concepto de la Ciudad de México y no por eso me siento cantor urbano, yo mas bien me siento fronterizo más allá de lo pintoresco. Si a mí me preguntaran cuál es mi onda, a fin de cuentas no es tanto en sí la calle o la ciudad, sino todo lo que me ha dado la frontera, yo ya llevo la frontera dentro, ahora sí que desde huerco.

M: ¿Cuál es tu canción favorita de Jaime López en toda su historia?

JL: Quién no contesta diciendo que la más reciente, fíjate que casi siempre la más reciente es la que te motiva, pero de todas las que he hecho, quiero creer que "Corazón de cacto". Es una canción que desde el principio salió de un jalón. Es una canción que no le he movido ni letra ni música y en la interpretación es un reto para mí estar a la altura de ella.

M: ¿Qué escucha Jaime López?

JL: Sin cotorrear, desde los Rolling Stones hasta La Banda El Recodo. Cuando vi a El Recodo en vivo dije: los Rolling Stones se quedan chicos ante esto.

Pues he escuchado en diferentes momento a Mike Laure, Chuck Berry, James Brown, Beck, Jack White, Los Amantes de Lola, Sangre Azteca, Café Tacvba, Javier Batiz, La fachada de piedra, Santana, T. Rex, Led Zeppelin, Deep Purple, ZZ Top... De hecho a veces hasta como insulto he tomado como halago que me digan: eres de un pinche pueblo zizitopero, cuando la gente sabe que soy de Matamoros.

M: ¿The Beatles o Rolling Stones?

JL: Voto por Creedence... ellos son mucho más cercanos a mis gustos fronterizos. Si vamos a ser un poco darwinianos y más que votar por Beatles o Rolling, son muy complementarios porque hay cosas que no hicieron los Beatles y los Rolling Stones sí, y al revés.

"Tanto el éxito como la fama son el resultado de una pasión que te hace hacer cosas, lo afortunado es que pueda transmitir esa pasión como cuando era más espectador que otra cosa".

Jaime López

Jaime López se presentará este martes 6 de octubre del 2015 en el Lunario del Auditorio Nacional.

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